024 Los seres personales superiores del Espiritu Infinito

Los escritos de Urantia en línea

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PARTE I: EL UNIVERSO CENTRAL Y LOS SUPRAUNIVERSOS

000 Prólogo
001 El Padre Universal
002 La naturaleza de Dios
003 Los atributos de Dios
004 La relación de Dios con el universo
005 La relación individual de Dios con los mortales
006 El Hijo Eterno
007 La relación del Hijo Eterno con el universo
008 El Espíritu Infinito
009 La relación del Espíritu Infinito con el universo
010 La Trinidad del Paraíso
011 La Isla eterna del Paraíso
012 El universo de los universos
013 Las esferas sagradas del Paraíso
014 El universo central y divino
015 Los siete suprauniversos
016 Los siete espíritus mayores
017 Los siete grupos de espíritus supremos
018 Los seres personales supremos de la Trinidad
019 Seres correlacionados de origen en la Trinidad
020 Los hijos de Dios del Paraíso
021 Los hijos creadores del Paraíso
022 Los hijos de Dios trinitizados
023 Los mensajeros solitarios
024 Los seres personales superiores del Espíritu Infinito
025 Las multitudes de mensajeros del espacio
026 Los espíritus servidores del universo central
027 El ministerio de los supernafines primarios
028 Los espíritus servidores de los suprauniversos
029 Los directores de la potencia del universo
030 Los seres personales del gran universo
031 El colectivo final

PARTE II: EL UNIVERSO LOCAL

032 Evolución de los universos locales
033 La administración del universo local
034 El espíritu materno del universo local
035 Los hijos de Dios de los universos locales
036 Los portadores de vida
037 Los seres personales del universo local
038 Los espíritus servidores del universo local
039 Las multitudes seráficas
040 Los hijos ascendentes de Dios
041 Aspectos físicos del universo local
042 Energía, mente y materia
043 Las constelaciones
044 Los artesanos celestiales
045 La administración del sistema local
046 La sede del sistema local
047 Los siete mundos de las moradas
048 La vida morontial
049 Los mundos habitados
050 Los príncipes planetarios
051 Los adanes planetarios
052 Épocas planetarias de los mortales
053 La rebelión de Lucifer
054 Los problemas de la rebelión de Lucifer
055 Las esferas de luz y vida
056 La unidad universal

PARTE III: LA HISTORIA DE URANTIA

057 El origen de Urantia
058 Establecimiento de la vida en Urantia
059 La era de la vida marina en Urantia
060 Urantia durante la era de la vida terrestre primitiva
061 La era de los mamíferos en Urantia
062 Las razas precursoras del hombre primitivo
063 La primera familia humana
064 Las razas evolutivas de color
065 La acción directiva sobre la evolución
066 El príncipe planetario de Urantia
067 La rebelión planetaria
068 Los albores de la civilización
069 Instituciones humanas primitivas
070 Evolución del gobierno humano
071 El desarrollo del estado
072 El gobierno de un planeta vecino
073 El Jardín de Edén
074 Adán y Eva
075 La transgresión de Adán y de Eva
076 El segundo jardín
077 Las criaturas intermedias
078 La raza violeta después de los días de Adán
079 La expansión andita en Oriente
080 La expansión andita en Occidente
081 Desarrollo de la civilización moderna
082 Evolución del matrimonio
083 La institución del matrimonio
084 Matrimonio y vida familiar
085 Orígenes de la adoración
086 Evolución temprana de la religión
087 El culto a los espectros
088 Fetiches, amuletos y magia
089 Pecado, sacrificio y expiación
090 Chamanismo: Curanderos y sacerdotes
091 Evolución de la oración
092 Evolución posterior de la religión
093 Maquiventa Melquisedec
094 Las enseñanzas de Melquisedec en Oriente
095 Las enseñanzas de Melquisedec en el Levante
096 Yahvé, el Dios de los hebreos
097 Evolución del concepto de Dios entre los hebreos
098 Las enseñanzas de Melquisedec en Occidente
099 Los problemas sociales de la religión
100 La religión en la experiencia humana
101 Naturaleza real de la religión
102 Fundamentos de la fe religiosa
103 La realidad de la experiencia religiosa
104 Expansión del concepto de la Trinidad
105 Deidad y realidad
106 Los niveles de la realidad del universo
107 Origen y naturaleza de los modeladores del pensamiento
108 Misión y ministerio de los modeladores del pensamiento
109 Relación de los modeladores con las criaturas del universo
110 Relación de los modeladores con el ser humano
111 El modelador y el alma
112 La supervivencia del ser personal
113 Los guardianes seráficos del destino
114 El gobierno planetario seráfico
115 El Ser Supremo
116 El Todopoderoso Supremo
117 El Dios Supremo
118 El Supremo y el Último —el tiempo y el espacio—
119 Los ministerios de gracia de Cristo Miguel

PARTE IV: VIDA Y ENSEÑANZAS DE JESÚS

120 El ministerio de gracia de Miguel en Urantia
121 La época del ministerio de gracia de Miguel
122 Nacimiento e infancia de Jesús
123 Niñez temprana de Jesús
124 Niñez tardía de Jesús
125 Jesús en Jerusalén
126 Los dos años cruciales
127 Sus años adolescentes
128 Edad adulta temprana de Jesús
129 Vida adulta posterior de Jesús
130 De camino a Roma
131 Las religiones del mundo
132 Estancia en Roma
133 Regreso de Roma
134 Los años de transición
135 Juan el Bautista
136 El bautismo y los cuarenta días
137 Tiempo de espera en Galilea
138 Formación de los mensajeros del reino
139 Los doce apóstoles
140 La ordenación de los doce
141 Inicio de la labor pública
142 En la Pascua de Jerusalén
143 A través de Samaria
144 En Gilboa y en la Decápolis
145 Cuatro días memorables en Cafarnaúm
146 El primer viaje de predicación por Galilea
147 Un paréntesis en su labor para visitar Jerusalén
148 Formación de los evangelistas en Betsaida
149 El segundo viaje de predicación
150 El tercer viaje de predicación
151 Estancia y enseñanzas junto al mar
152 Los sucesos que desembocaron en la crisis de Cafarnaúm
153 La crisis de Cafarnaúm
154 Últimos días en Cafarnaúm
155 Huida por el norte de Galilea
156 Estancia en Tiro y Sidón
157 En Cesarea de Filipo
158 El monte de la transfiguración
159 Viaje por la Decápolis
160 Rodán de Alejandría
161 Otras conversaciones con Rodán
162 En la fiesta de los Tabernáculos
163 La ordenación de los setenta en Magadán
164 En la fiesta de la Dedicación
165 Comienza la misión de Perea
166 Última visita al norte de Perea
167 Visita a Filadelfia
168 La resurrección de Lázaro
169 Últimas enseñanzas en Pella
170 El reino de los cielos
171 De camino a Jerusalén
172 Entrada en Jerusalén
173 Lunes en Jerusalén
174 Martes por la mañana en el templo
175 El último discurso en el templo
176 En el monte de los Olivos, a última hora de la tarde del martes
177 Miércoles, día de descanso
178 Último día en el campamento
179 La última cena
180 El discurso de despedida
181 Consejos y advertencias finales
182 En Getsemaní
183 Traición y arresto de Jesús
184 Ante el tribunal del sanedrín
185 El juicio ante Pilato
186 Justo antes de la crucifixión
187 La crucifixión
188 El tiempo en la tumba
189 La resurrección
190 Las apariciones morontiales de Jesús
191 Apariciones a los apóstoles y a otros líderes
192 Apariciones en Galilea
193 Últimas apariciones y ascensión
194 La dádiva del espíritu de la verdad
195 Tras Pentecostés
196 La fe de Jesús

Escrito 24
Los seres personales superiores del Espíritu Infinito

24:0.1 (264.1) En Uversa, clasificamos al conjunto de seres personales y entidades del Creador Conjunto en tres grandes grupos: los seres personales superiores del Espíritu Infinito, las multitudes de mensajeros del espacio y los espíritus servidores del tiempo, que son esos seres espirituales que se encargan de enseñar y asistir a las criaturas de voluntad, que siguen el plan de ascenso progresivo diseñado para los mortales.

24:0.2 (264.2) Los seres personales superiores del Espíritu Infinito mencionados en esta narrativa se dividen a su vez, en cuanto a su actividad, en estos siete grupos:

24:0.3 (264.3) 1. Los mensajeros solitarios.

24:0.4 (264.4) 2. Los supervisores de las vías circulatorias del universo.

24:0.5 (264.5) 3. Los directores del censo.

24:0.6 (264.6) 4. Los auxiliares personales del Espíritu Infinito.

24:0.7 (264.7) 5. Los inspectores adjuntos.

24:0.8 (264.8) 6. Los centinelas con asignación.

24:0.9 (264.9) 7. Los guías de los graduados.

24:0.10 (264.10) Los mensajeros solitarios, los supervisores de las vías, los directores del censo y los auxiliares personales se caracterizan por sus formidables dotes de antigravedad. Los mensajeros solitarios no disponen de una sede general conocida, sino que transitan el universo de los universos. Los supervisores de las vías del universo y los directores del censo mantienen su sede central en las capitales de los suprauniversos. Los auxiliares personales del Espíritu Infinito están emplazados en la Isla Central de Luz. Los inspectores adjuntos y los centinelas con asignación están respectivamente emplazados en las capitales de los universos locales y en las capitales de los sistemas que los componen. Los guías de los graduados residen en el universo de Havona y actúan en la totalidad de sus mil millones de mundos. La mayor parte de estos seres personales superiores tienen bases en los universos locales, pero no están orgánicamente adscritos a las administraciones de los reinos evolutivos.

24:0.11 (264.11) De las siete clases de seres que componen este grupo, solamente los mensajeros solitarios y, tal vez, los auxiliares personales recorren el universo de los universos. A los mensajeros solitarios se les encuentra desde el Paraíso en dirección al exterior, es decir, desde las vías circulatorias de Havona hasta las capitales de los suprauniversos y, de allí, hacia fuera, a través de los sectores de los universos locales, con sus subdivisiones, hasta llegar incluso a los mundos habitados. Aunque los mensajeros solitarios pertenecen a los seres personales superiores del Espíritu Infinito, en el escrito anterior ya se ha comentado su origen, su naturaleza y el servicio que desempeñan.

1. LOS SUPERVISORES DE LAS VÍAS CIRCULATORIAS DEL UNIVERSO

24:1.1 (265.1) Las inmensas corrientes de la potencia del espacio y las vías circulatorias de la energía espiritual parecen operar de forma automática; dan la impresión de que actúan sin impedimentos ni obstáculos, pero no es así. Todos estos magníficos sistemas de energía están bajo control; están sujetos a una supervisión inteligente. Los supervisores de las vías del universo no se ocupan de los ámbitos de la energía puramente física o material —dominio de los directores de la potencia del universo—, sino de las vías circulatorias de la energía espiritual relativa y de aquellas vías modificadas, que resultan esenciales para el mantenimiento tanto de los seres espirituales sumamente desarrollados como de las criaturas inteligentes del tipo morontial o de transición. Los supervisores no dan origen a las vías circulatorias de la energía ni a la supraesencia de la divinidad, pero, en general, guardan relación con todas las vías espirituales más elevadas del tiempo y de la eternidad y con todas las vías espirituales relativas que contribuyen a la administración de los componentes del gran universo. Fuera de la Isla del Paraíso, dirigen y actúan sobre esas vías circulatorias de espíritu‑energía.

24:1.2 (265.2) Los supervisores de las vías circulatorias del universo se crearon por la mediación exclusiva del Espíritu Infinito y obran únicamente como agentes del Actor Conjunto. Se manifiestan personalmente para el servicio en los siguientes cuatro órdenes:

24:1.3 (265.3) 1. Los supervisores supremos de las vías.

24:1.4 (265.4) 2. Los supervisores adjuntos de las vías.

24:1.5 (265.5) 3. Los supervisores secundarios de las vías.

24:1.6 (265.6) 4. Los supervisores terciarios de las vías.

24:1.7 (265.7) El número de supervisores supremos de Havona y de supervisores adjuntos de los siete suprauniversos está cerrado; no se crean más seres de estos órdenes. Hay siete supervisores supremos, que están emplazados en los mundos pilotos de las siete vías circulatorias de Havona. A su vez, las vías circulatorias de los siete suprauniversos están a cargo de un maravilloso grupo de siete supervisores adjuntos, que mantienen su sede central en las siete esferas del Espíritu Infinito que orbitan el Paraíso —los mundos de los siete mandatarios supremos—. Desde allí supervisan y dirigen las vías circulatorias de los suprauniversos del espacio.

24:1.8 (265.8) En las mencionadas esferas del Espíritu, la conjunción de los siete supervisores adjuntos y el primer orden de los centros supremos de la potencia, bajo la dirección de los mandatarios supremos, resulta en la coordinación, en niveles inferiores al Paraíso, de todas las vías circulatorias materiales y espirituales que se distribuyen en los siete suprauniversos.

24:1.9 (265.9) En los mundos-sede de cada suprauniverso, se hallan emplazados los supervisores secundarios de los universos locales del tiempo y del espacio. Los sectores mayores y menores son divisiones administrativas de los gobiernos de los suprauniversos, pero no están implicados en la supervisión del espíritu‑energía. No sé cuántos de estos supervisores secundarios existen en el gran universo, pero en Uversa hay 84 691. Dichos seres se crean sin interrupción; aparecen periódicamente en grupos de setenta en los mundos de los mandatarios supremos. Los solicitamos cuando nos disponemos a establecer vías circulatorias diferenciadas y de energía espiritual y potencia complementarias para los nuevos universos evolutivos bajo nuestra jurisdicción.

24:1.10 (265.10) Hay un supervisor terciario en operación en el mundo-sede de cada uno de los universos locales. Este orden, al igual que los supervisores secundarios, se crea de forma continua y en grupos de setecientos. Los ancianos de días los asignan a los universos locales.

24:1.11 (266.1) Los supervisores de las vías se crean con el fin de realizar una tarea específica y sirven eternamente en los grupos a los que se les destina originalmente. No se les rota en el servicio y, por consiguiente, realizan un estudio sempiterno de los problemas que encuentran en los mundos a los que se les destinó. Por ejemplo: el supervisor terciario número 572 842 ha servido en Lugar de Salvación desde la temprana concepción de vuestro universo local, y es miembro de los asistentes personales de Miguel de Nebadón.

24:1.12 (266.2) Tanto si actúan en los universos locales como si lo hacen en universos superiores, estos supervisores dirigen todo lo que concierne a la adecuación de las vías circulatorias a emplear para la transmisión de todos los mensajes espirituales y para el tránsito de todos los seres personales. En su tarea de supervisión, estos eficientes seres utilizan todas las instancias intermedias, fuerzas y seres personales del universo de los universos. Hacen uso de los “elevados seres personales espirituales que rigen las vías circulatorias” —seres no revelados— y hay numeroso personal compuesto de seres personales del Espíritu Infinito que capazmente los asisten. Son ellos los que aislarían a un mundo evolutivo si su príncipe planetario se rebelase contra el Padre Universal y su hijo vicerregente. Son capaces de expulsar a cualquier mundo de algunas vías circulatorias de grado espiritual superior del universo, pero no pueden anular las corrientes materiales de los directores de la potencia.

24:1.13 (266.3) Los supervisores de las vías circulatorias del universo tienen con las vías espirituales una relación algo similar a la que tienen los directores de la potencia del universo con las vías materiales. Estos dos órdenes se complementan y juntos supervisan todas las vías de circulación espirituales y materiales que las criaturas son capaces de regir y manejar.

24:1.14 (266.4) Estos supervisores ejercen una cierta vigilancia sobre aquellas vías mentales vinculadas con lo espiritual al igual que los directores de la potencia tienen cierta jurisdicción sobre aquellas facetas de la mente vinculadas con la energía física —la mente mecánica—. En general, las funciones que cada orden desempeña se expanden en conjunción con el otro, pero las vías de la mente pura no están sujetas a la vigilancia de ninguno de los dos. Tampoco son ambos órdenes de igual rango; en todas sus múltiples tareas, los supervisores de las vías circulatorias del universo están sujetos a los siete directores supremos de la potencia y a sus subordinados.

24:1.15 (266.5) A pesar de que los supervisores de las vías son enteramente iguales dentro de sus órdenes respectivos, cada cual tiene su propia individualidad. Son seres verdaderamente personales, si bien, poseen un tipo de ser personal distinto al que el Padre otorga, que no se encuentra en ninguna otra clase de criatura de todo el universo.

24:1.16 (266.6) Aunque los identificaréis y los llegaréis a conocer en vuestro viaje hacia el interior, hacia el Paraíso, no tendréis relaciones personales con ellos. Supervisan las vías y se dedican estricta y eficientemente a los asuntos que les competen. Tratan únicamente con aquellos seres personales y entidades que tienen la vigilancia de la actividad concerniente a las vías circulatorias sujetas a su supervisión.

2. LOS DIRECTORES DEL CENSO

24:2.1 (266.7) A pesar de que la mente cósmica de la Inteligencia Universal es consciente de la presencia y el paradero de todas las criaturas pensantes, existe en el universo de los universos un método independiente de llevar el registro de todas las criaturas volitivas.

24:2.2 (266.8) Los directores del censo son una creación especial y terminada del Espíritu Infinito. No conocemos su número. Se crean con el objeto de poder asegurar una perfecta sincronización con el procedimiento de reflectividad de los suprauniversos, siendo a la vez personalmente sensibles y reactivos a la voluntad inteligente. Estos directores, de un modo que no se puede entender del todo, toman conciencia inmediata del nacimiento de la voluntad en cualquier lugar del gran universo. De esta manera, están siempre capacitados para proporcionarnos el número, naturaleza y paradero de todas las criaturas volitivas de cualquier parte de la creación central y de los siete suprauniversos. Si bien, no obran en el Paraíso; no se les necesita allí porque en el Paraíso el conocimiento es inherente; las Deidades saben todas las cosas.

24:2.3 (267.1) En Havona hay siete directores del censo en operación; cada uno de ellos está emplazado en el mundo piloto de cada una de las vías circulatorias de Havona. Exceptuando a estos siete y a las reservas de su orden localizadas en los mundos del Espíritu que circundan el Paraíso, todos los directores del censo actúan bajo la jurisdicción de los ancianos de días.

24:2.4 (267.2) Un director del censo preside la sede de cada suprauniverso y bajo su jefatura hay miles y miles de directores; cada uno desempeña su actividad en la capital de los universos locales. Todos los seres personales de este orden son iguales, salvo aquellos que están en los mundos pilotos de Havona y los siete jefes de los suprauniversos.

24:2.5 (267.3) En el séptimo suprauniverso, hay cien mil directores del censo. Y este número está compuesto enteramente por aquellos directores asignables a los universos locales; no incluye a los asistentes personales de Usatia, el jefe en el suprauniverso de todos los directores de Orvontón. Usatia, al igual que los otros jefes de los suprauniversos, no responde de forma directa al registro de la voluntad inteligente. Está solamente en sintonía con sus subordinados emplazados en los universos de Orvontón; así pues, como ser personal magnífico que es, totaliza sus informes procedentes de las capitales de las creaciones locales.

24:2.6 (267.4) Periódicamente, los archivistas oficiales de Uversa dan constancia del estado del suprauniverso tal como lo indican los registros de Usatia sobre el ser personal y en el ser personal. Tales datos censales son autóctonos a los suprauniversos; estos informes no se transmiten ni a Havona ni al Paraíso.

24:2.7 (267.5) Los directores del censo solamente se ocupan de los seres humanos —al igual que de otras criaturas volitivas— en cuanto que toman nota del hecho de la actividad de la voluntad. El interés de estos seres personales no se centra en el relato de tu vida y de tus acciones; no son en ningún sentido archivistas. El director del censo de Nebadón, número 81 412 de Orvontón, actualmente emplazado en Lugar de Salvación, es, en este mismo momento, personalmente consciente de tu presencia de vida aquí en Urantia; y proporcionará un certificado de defunción en el momento en que ceses de obrar como criatura de voluntad.

24:2.8 (267.6) Los directores del censo toman nota de la existencia de una nueva criatura volitiva al efectuar su primer acto de voluntad, y marcan su fallecimiento cuando efectúa su último acto. La aparición parcial de la voluntad observada en las reacciones de algunos de los animales superiores no pertenece al ámbito de los directores del censo. No computan ninguna otra cosa que no sea la existencia de las criaturas volitivas auténticas, y no responden a nada que no sea a la voluntad en acción. Si bien, no sabemos con exactitud de qué modo realizan dicho registro.

24:2.9 (267.7) Estos seres han sido siempre, y siempre serán, directores del censo. Serían relativamente ineficaces en cualquier otra parcela laboral del universo. No obstante, en el ejercicio de su actividad son infalibles; nunca incumplen sus cometidos y jamás falsifican sus informes. Y, a pesar de sus maravillosos poderes y de sus increíbles prerrogativas, son personas; tienen una presencia y una forma espirituales reconocibles.

3. LOS AUXILIARES PERSONALES DEL ESPÍRITU INFINITO

24:3.1 (268.1) No conocemos con exactitud el momento o el modo en el que se crearon los auxiliares personales. Su número ha de ser enorme, pero no hay constancia de este en Uversa. Haciendo conclusiones prudentes basadas en nuestros datos respecto a su labor, me atrevo a estimar que la cantidad de estos seres debe sobrepasar en mucho el billón. Soy de la opinión de que el Espíritu Infinito no tiene límites a la hora de crear a estos auxiliares personales.

24:3.2 (268.2) El fin de los auxiliares personales del Espíritu Infinito es dar asistencia de forma exclusiva a la presencia en el Paraíso de la Tercera Persona de la Deidad. Aunque asignados al servicio directo del Espíritu Infinito y localizados en el Paraíso, como un rayo van y vienen de las partes más alejadas de la creación. Dondequiera que se extiendan las vías circulatorias del Creador Conjunto, allí pueden aparecer estos auxiliares personales con el propósito de dar cumplimiento al mandato del Espíritu Infinito. Atraviesan el espacio de la misma forma que lo hacen los mensajeros solitarios, pero no son personas en el sentido en el que son los mensajeros.

24:3.3 (268.3) Los auxiliares personales son todos iguales e idénticos; no exhiben diferencias en cuanto a su individualidad. Aunque el Actor Conjunto los considera verdaderos seres personales, resulta difícil para los demás verlos como personas reales; no manifiestan presencia espiritual alguna ante los demás seres espirituales. Los seres de origen en el Paraíso siempre perciben la proximidad de estos auxiliares; no obstante, no reconocemos su presencia como ser personal. La falta de esta forma-presencia sin duda los convierte en seres de gran utilidad para la tercera persona de la Deidad.

24:3.4 (268.4) De todos los órdenes revelados de seres espirituales que tienen su origen en el Espíritu Infinito, los auxiliares personales son prácticamente los únicos que no encontraréis en vuestra ascensión hacia el interior, hacia el Paraíso.

4. LOS INSPECTORES ADJUNTOS

24:4.1 (268.5) Los siete mandatarios supremos, ubicados en las siete esferas del Espíritu Infinito que circundan el Paraíso, obran colectivamente como consejo de administración de máximos directores para los siete suprauniversos. Los inspectores adjuntos son la expresión personal de la autoridad de los mandatarios supremos para los universos locales del tiempo y del espacio. Estos altos observadores de los asuntos de las creaciones locales se originan por la conjunción del Espíritu Infinito con los siete espíritus mayores del Paraíso. En eras cercanas a la eternidad, setecientos mil adquirieron su ser personal y su colectivo de reserva reside en el Paraíso.

24:4.2 (268.6) Los inspectores adjuntos trabajan bajo la supervisión directa de los siete mandatarios supremos; son sus máximos representantes personales ante los universos locales del tiempo y el espacio. Hay un inspector emplazado en la esfera sede de cada creación local que está vinculado estrechamente con el unión de días allí residente.

24:4.3 (268.7) Los inspectores adjuntos reciben informes y recomendaciones únicamente de sus subordinados, los centinelas con asignación, emplazados en las capitales de los sistemas locales de los mundos habitados, mientras que presentan sus informes solamente a su superior inmediato, al mandatario supremo del suprauniverso correspondiente.

5. LOS CENTINELAS CON ASIGNACIÓN

24:5.1 (268.8) Los centinelas con asignación son seres personales coordinadores y representantes de enlace de los siete mandatarios supremos. Adquirieron su ser personal en el Paraíso mediante el Espíritu Infinito y se crearon para el propósito específico al que estaban destinados. Su número no cambia, y hay exactamente siete mil millones de estos seres.

24:5.2 (269.1) Al igual que un inspector adjunto representa a los siete mandatarios supremos ante la totalidad del universo local, en cada uno de los diez mil sistemas de esa creación local hay un centinela con asignación, que actúa como representante directo del lejano consejo supremo con extra control sobre los asuntos de los siete suprauniversos. Los centinelas que prestan su servicio en los gobiernos de los sistemas locales en Orvontón actúan bajo la autoridad directa del mandatario supremo número siete, coordinador del séptimo suprauniverso. Pero, en su organización administrativa, todos los centinelas están bajo el inspector emplazado en la sede central del universo.

24:5.3 (269.2) Dentro de una creación local, estos centinelas hacen turnos de rotación; se les transfiere de sistema en sistema. Por lo general, se les rota en su cargo cada milenio del tiempo del universo local. Los centinelas se encuentran entre los seres personales de más alto rango de los emplazados en la capital de un sistema, pero no participan en las deliberaciones concernientes a los asuntos de este. En los sistemas locales, estos seres sirven como jefes de oficio de los veinticuatro administradores de gobierno provenientes de los mundos evolutivos, pero, por lo demás, los mortales ascendentes tienen poco contacto con ellos. Los centinelas se encargan casi exclusivamente de mantener completamente informado al inspector adjunto de su universo sobre todas las cuestiones relacionadas con el bienestar y el estado de los sistemas a los que están asignados.

24:5.4 (269.3) Los centinelas y los inspectores no presentan sus informes a los mandatarios supremos por conducto de la sede de un suprauniverso, sino que responden únicamente ante el mandatario supremo del suprauniverso correspondiente; su actividad no es parte de la administración de los ancianos de días.

24:5.5 (269.4) Los mandatarios supremos, los inspectores adjuntos y los centinelas con asignación, junto con los omniafines y una multitud de seres personales no revelados, conforman un sistema eficaz, directo y centralizado, pero extenso de coordinación consultiva y administrativa de seres y cosas de todo el gran universo.

6. LOS GUÍAS DE LOS GRADUADOS

24:6.1 (269.5) Los guías de los graduados, como grupo, auspician y dirigen la universidad de alto nivel de instrucción técnica y formación espiritual tan esencial para que los mortales logren alcanzar la meta de los tiempos: Dios, descanso y, después, una eternidad en perfección de servicio. Esos seres sumamente personales reciben sus nombres en razón de la naturaleza y propósito de su labor. Se dedican, en exclusiva, a las tareas de guiar a los graduados mortales de los suprauniversos del tiempo, mediante el programa de instrucción y formación de Havona que sirve de preparación a los peregrinos ascendentes para que se les admita en el Paraíso y en el colectivo final.

24:6.2 (269.6) No me está prohibido comentar la labor de estos guías de los graduados, pero es tan ultraespiritual que no tengo esperanza de poder ofrecer a la mente material una idea satisfactoria de su numerosa actividad. En los mundos de las moradas, una vez que se amplíe el rango de vuestra visión y estéis libres de las ataduras de las comparaciones con lo material, podréis comenzar a comprender el significado de aquellas realidades que “nunca oídos percibieron ni ojo vio, y que jamás la mente humana ha sido capaz de concebir”, “son las cosas que Dios ha preparado para aquellos que aman estas verdades eternas”. No estaréis siempre tan limitados ni en el alcance de vuestra visión ni en el de vuestra comprensión espiritual.

24:6.3 (270.1) Los guías de los graduados se encargan de dirigir a los peregrinos del tiempo a través de las siete vías circulatorias de los mundos de Havona. El guía que te reciba a tu llegada al mundo de bienvenida de la vía exterior de Havona, permanecerá contigo a lo largo de toda tu andadura en esas vías circulatorias celestiales. Aunque te relacionarás con incontables seres personales como tú durante tu estancia en los mil millones de mundos de este universo, tu guía te seguirá hasta el fin de tu trayectoria en Havona y estará presente cuando entres en el sueño último de los tiempos, en el sueño de transición para la eternidad que te encaminará al Paraíso. Allí, cuando te despiertes, te recibirá el compañero del Paraíso nombrado para darte la bienvenida, y que quizás permanezca contigo hasta que te acepten como miembro del colectivo final de los mortales.

24:6.4 (270.2) El número de los guías de los graduados supera la capacidad de comprensión de la mente humana, y están continuamente apareciendo. Su origen es algo misterioso. No han existido desde la eternidad; surgen misteriosamente a medida que se les necesita. No hay constancia de ellos en ningún lugar del universo central hasta aquel lejano día en el que el primer peregrino de los mortales del tiempo se abrió camino hasta el cinturón exterior de la creación central. En el instante en que llegó al mundo piloto de la vía exterior, Malvorian, el primero de los guías de los graduados, actualmente jefe de su consejo supremo y director de su inmensa organización educativa, lo recibió con un cariñoso saludo.

24:6.5 (270.3) En los archivos de Havona en el Paraíso, en la sección denominada “Guías de los graduados” aparece asentada esta anotación inicial:

24:6.6 (270.4) “Y Malvorian, el primero de su orden, dio la bienvenida e instruyó al peregrino que halló Havona, y lo condujo desde las vías exteriores donde comenzaba su experiencia, paso a paso y vía a vía, hasta que se encontró en la presencia misma de la Fuente y Destino de todo ser personal; posteriormente cruzó el umbral de la eternidad hacia el Paraíso”.

24:6.7 (270.5) En aquel tiempo tan distante, yo estaba adscrito al servicio de los ancianos de días en Uversa, y todos nos regocijamos ante la seguridad de que, con el tiempo, los peregrinos de nuestro suprauniverso llegarían a Havona. Durante eras, se nos había enseñado que las criaturas evolutivas del espacio lograrían alcanzar el Paraíso, y la emoción de todos los tiempos se apoderó de las cortes celestiales cuando efectivamente llegó el primer peregrino.

24:6.8 (270.6) El nombre del peregrino que halló Havona es Granfanda, y procedía del planeta 341 del sistema 84 en la constelación 62 del universo local 1131 situado en el suprauniverso número uno. Su llegada fue la señal para el establecimiento del servicio de transmisión del universo de los universos. Hasta aquel momento, solamente las transmisiones de los suprauniversos y los universos locales habían estado operativas, pero el anuncio de la llegada de Granfanda a los portales de Havona señalaba la inauguración de los “informes espaciales de gloria”, llamados así porque en su transmisión inicial en el universo se informaba de la venida a Havona del primero de los seres evolutivos que había logrado llegar a la meta de todo ascendente.

24:6.9 (270.7) Los guías de los graduados nunca abandonan los mundos de Havona; están entregados al servicio de los peregrinos del tiempo y del espacio que han conseguido completar su formación. Algún día os encontraréis frente a frente con estos nobles seres si no os negáis a seguir el plan perfectamente trazado, que de cierto os guiará a vuestra supervivencia y ascensión.

7. EL ORIGEN DE LOS GUÍAS DE LOS GRADUADOS

24:7.1 (270.8) A pesar de que la evolución no sea la norma del universo central, creemos que los guías de los graduados son los miembros perfeccionados o más experimentados de otro orden de criaturas del universo central: los servitales de Havona. Estos guías muestran una comprensión tan grande y tal capacidad de entendimiento de las criaturas ascendentes que estamos convencidos de que han adquirido este aprendizaje sirviendo efectivamente en los mundos del suprauniverso como servitales de Havona en su ministerio universal. Si esta perspectiva no es correcta, ¿cómo podríamos dar cuenta entonces de la desaparición continua de los servitales de mayor rango o más experimentados?

24:7.2 (271.1) Un servital puede estar ausente de Havona por mucho tiempo al asignársele a un suprauniverso y, habiendo participado con anterioridad en muchas otras misiones semejantes, regresa a su morada, se le otorga el privilegio del “contacto personal” con el Fulgor Central del Paraíso, lo acogen las Personas Luminosas y desaparece del reconocimiento de sus compañeros espirituales, para no volver a hacerlo de nuevo entre los de su clase.

24:7.3 (271.2) Al regresar de su servicio en el suprauniverso, un servital de Havona, por otro lado, puede gozar de diversos acogimientos divinos y emerger de ellos solamente como servital excelso. Experimentar el acogimiento luminoso no significa necesariamente que el servital tenga que convertirse en un guía de los graduados; no obstante, casi una cuarta parte de los que consiguen tal acogimiento divino no regresa jamás al servicio de los universos.

24:7.4 (271.3) En registros importantes hay asentada una serie de anotaciones como la siguiente:

24:7.5 (271.4) “Y el servital número 842 842 682 846 782 de Havona, de nombre Sudna, regresó de su servicio en el suprauniverso, se le recibió en el Paraíso, conoció al Padre, gozó del acogimiento divino y ya no es”.

24:7.6 (271.5) Cuando una anotación de este tipo aparece documentada, culmina la andadura de dicho servital. Pero exactamente en tres momentos (un poco menos de tres días de vuestro tiempo) aparece un guía de los graduados neonato, “de forma espontánea”, en la vía exterior del universo de Havona. El número de guías de los graduados, teniendo en cuenta una ligera diferencia que se debe sin duda a aquellos que se encuentran en tránsito, es exactamente igual al número de servitales desaparecidos.

24:7.7 (271.6) Hay otra razón para suponer que los guías de los graduados son servitales de Havona evolucionados que se manifiesta en la inequívoca tendencia de estos guías y de sus servitales acompañantes de unirse en relaciones tan extraordinarias. El modo en el que estos órdenes de seres presumiblemente diferentes se comprenden y compenetran entre sí es del todo inexplicable. Resulta reconfortante y edificante presenciar la devoción mutua que se profesan.

24:7.8 (271.7) Los siete espíritus mayores y sus compañeros los siete directores supremos de la potencia son, respectivamente, los depositarios personales del potencial de la mente y del potencial de la potencia del Ser Supremo que aún no opera personalmente. Cuando estos compañeros del Paraíso colaboran para crear a los servitales de Havona, estos últimos se implican, de forma inherente, en ciertas facetas de la Supremacía. Los servitales de Havona son, por consiguiente, de hecho, un reflejo en el universo central perfecto de ciertas potencialidades evolutivas de los ámbitos del tiempo‑espacio, todo lo cual se revela cuando un servital experimenta su transformación y re-creación. Creemos que dicha transformación ocurre como respuesta a la voluntad del Espíritu Infinito, que sin duda actúa en nombre del Supremo. El Ser Supremo no crea a los guías de los graduados, pero todos suponemos que esta Deidad experiencial de alguna manera guarda relación con esas actuaciones que hacen que existan estos seres.

24:7.9 (271.8) El universo de Havona que los mortales ascendentes recorren en el presente difiere, en muchos aspectos, del universo central anterior a los tiempos de Granfanda. La llegada de estos mortales a las vías de Havona ocasionó modificaciones profundas en la organización de la creación central y divina, modificaciones sin duda iniciadas por el Ser Supremo —el Dios de las criaturas evolutivas— en respuesta a la llegada del primero de sus hijos experienciales de los siete suprauniversos. La aparición de los guías de los graduados, junto con la creación de los supernafines terciarios, demuestra esta actuación del Dios Supremo.

 

24:7.10 (271.1) [Exposición de un consejero divino de Uversa.]

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