044 Los artesanos celestiales

Los escritos de Urantia en línea

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PARTE I: EL UNIVERSO CENTRAL Y LOS SUPRAUNIVERSOS

000 Prólogo
001 El Padre Universal
002 La naturaleza de Dios
003 Los atributos de Dios
004 La relación de Dios con el universo
005 La relación individual de Dios con los mortales
006 El Hijo Eterno
007 La relación del Hijo Eterno con el universo
008 El Espíritu Infinito
009 La relación del Espíritu Infinito con el universo
010 La Trinidad del Paraíso
011 La Isla eterna del Paraíso
012 El universo de los universos
013 Las esferas sagradas del Paraíso
014 El universo central y divino
015 Los siete suprauniversos
016 Los siete espíritus mayores
017 Los siete grupos de espíritus supremos
018 Los seres personales supremos de la Trinidad
019 Seres correlacionados de origen en la Trinidad
020 Los hijos de Dios del Paraíso
021 Los hijos creadores del Paraíso
022 Los hijos de Dios trinitizados
023 Los mensajeros solitarios
024 Los seres personales superiores del Espíritu Infinito
025 Las multitudes de mensajeros del espacio
026 Los espíritus servidores del universo central
027 El ministerio de los supernafines primarios
028 Los espíritus servidores de los suprauniversos
029 Los directores de la potencia del universo
030 Los seres personales del gran universo
031 El colectivo final

PARTE II: EL UNIVERSO LOCAL

032 Evolución de los universos locales
033 La administración del universo local
034 El espíritu materno del universo local
035 Los hijos de Dios de los universos locales
036 Los portadores de vida
037 Los seres personales del universo local
038 Los espíritus servidores del universo local
039 Las multitudes seráficas
040 Los hijos ascendentes de Dios
041 Aspectos físicos del universo local
042 Energía, mente y materia
043 Las constelaciones
044 Los artesanos celestiales
045 La administración del sistema local
046 La sede del sistema local
047 Los siete mundos de las moradas
048 La vida morontial
049 Los mundos habitados
050 Los príncipes planetarios
051 Los adanes planetarios
052 Épocas planetarias de los mortales
053 La rebelión de Lucifer
054 Los problemas de la rebelión de Lucifer
055 Las esferas de luz y vida
056 La unidad universal

PARTE III: LA HISTORIA DE URANTIA

057 El origen de Urantia
058 Establecimiento de la vida en Urantia
059 La era de la vida marina en Urantia
060 Urantia durante la era de la vida terrestre primitiva
061 La era de los mamíferos en Urantia
062 Las razas precursoras del hombre primitivo
063 La primera familia humana
064 Las razas evolutivas de color
065 La acción directiva sobre la evolución
066 El príncipe planetario de Urantia
067 La rebelión planetaria
068 Los albores de la civilización
069 Instituciones humanas primitivas
070 Evolución del gobierno humano
071 El desarrollo del estado
072 El gobierno de un planeta vecino
073 El Jardín de Edén
074 Adán y Eva
075 La transgresión de Adán y de Eva
076 El segundo jardín
077 Las criaturas intermedias
078 La raza violeta después de los días de Adán
079 La expansión andita en Oriente
080 La expansión andita en Occidente
081 Desarrollo de la civilización moderna
082 Evolución del matrimonio
083 La institución del matrimonio
084 Matrimonio y vida familiar
085 Orígenes de la adoración
086 Evolución temprana de la religión
087 El culto a los espectros
088 Fetiches, amuletos y magia
089 Pecado, sacrificio y expiación
090 Chamanismo: Curanderos y sacerdotes
091 Evolución de la oración
092 Evolución posterior de la religión
093 Maquiventa Melquisedec
094 Las enseñanzas de Melquisedec en Oriente
095 Las enseñanzas de Melquisedec en el Levante
096 Yahvé, el Dios de los hebreos
097 Evolución del concepto de Dios entre los hebreos
098 Las enseñanzas de Melquisedec en Occidente
099 Los problemas sociales de la religión
100 La religión en la experiencia humana
101 Naturaleza real de la religión
102 Fundamentos de la fe religiosa
103 La realidad de la experiencia religiosa
104 Expansión del concepto de la Trinidad
105 Deidad y realidad
106 Los niveles de la realidad del universo
107 Origen y naturaleza de los modeladores del pensamiento
108 Misión y ministerio de los modeladores del pensamiento
109 Relación de los modeladores con las criaturas del universo
110 Relación de los modeladores con el ser humano
111 El modelador y el alma
112 La supervivencia del ser personal
113 Los guardianes seráficos del destino
114 El gobierno planetario seráfico
115 El Ser Supremo
116 El Todopoderoso Supremo
117 El Dios Supremo
118 El Supremo y el Último —el tiempo y el espacio—
119 Los ministerios de gracia de Cristo Miguel

PARTE IV: VIDA Y ENSEÑANZAS DE JESÚS

120 El ministerio de gracia de Miguel en Urantia
121 La época del ministerio de gracia de Miguel
122 Nacimiento e infancia de Jesús
123 Niñez temprana de Jesús
124 Niñez tardía de Jesús
125 Jesús en Jerusalén
126 Los dos años cruciales
127 Sus años adolescentes
128 Edad adulta temprana de Jesús
129 Vida adulta posterior de Jesús
130 De camino a Roma
131 Las religiones del mundo
132 Estancia en Roma
133 Regreso de Roma
134 Los años de transición
135 Juan el Bautista
136 El bautismo y los cuarenta días
137 Tiempo de espera en Galilea
138 Formación de los mensajeros del reino
139 Los doce apóstoles
140 La ordenación de los doce
141 Inicio de la labor pública
142 En la Pascua de Jerusalén
143 A través de Samaria
144 En Gilboa y en la Decápolis
145 Cuatro días memorables en Cafarnaúm
146 El primer viaje de predicación por Galilea
147 Un paréntesis en su labor para visitar Jerusalén
148 Formación de los evangelistas en Betsaida
149 El segundo viaje de predicación
150 El tercer viaje de predicación
151 Estancia y enseñanzas junto al mar
152 Los sucesos que desembocaron en la crisis de Cafarnaúm
153 La crisis de Cafarnaúm
154 Últimos días en Cafarnaúm
155 Huida por el norte de Galilea
156 Estancia en Tiro y Sidón
157 En Cesarea de Filipo
158 El monte de la transfiguración
159 Viaje por la Decápolis
160 Rodán de Alejandría
161 Otras conversaciones con Rodán
162 En la fiesta de los Tabernáculos
163 La ordenación de los setenta en Magadán
164 En la fiesta de la Dedicación
165 Comienza la misión de Perea
166 Última visita al norte de Perea
167 Visita a Filadelfia
168 La resurrección de Lázaro
169 Últimas enseñanzas en Pella
170 El reino de los cielos
171 De camino a Jerusalén
172 Entrada en Jerusalén
173 Lunes en Jerusalén
174 Martes por la mañana en el templo
175 El último discurso en el templo
176 En el monte de los Olivos, a última hora de la tarde del martes
177 Miércoles, día de descanso
178 Último día en el campamento
179 La última cena
180 El discurso de despedida
181 Consejos y advertencias finales
182 En Getsemaní
183 Traición y arresto de Jesús
184 Ante el tribunal del sanedrín
185 El juicio ante Pilato
186 Justo antes de la crucifixión
187 La crucifixión
188 El tiempo en la tumba
189 La resurrección
190 Las apariciones morontiales de Jesús
191 Apariciones a los apóstoles y a otros líderes
192 Apariciones en Galilea
193 Últimas apariciones y ascensión
194 La dádiva del espíritu de la verdad
195 Tras Pentecostés
196 La fe de Jesús

Escrito 44
Los artesanos celestiales

44:0.1 (497.1) Entre las colonias de cortesía de las distintas sedes de las divisiones administrativas y del universo es factible hallar el orden, excepcional y variado, de seres personales denominado artesanos celestiales. Estos seres son los expertos artistas y artesanos del nivel morontial y de los ámbitos espirituales de menor rango. Son los espíritus y semiespíritus a cargo del engalanamiento morontial y del embellecimiento espiritual. Estos artesanos se reparten por todo el gran universo, ya sean los mundos-sede de los suprauniversos, de los universos locales, de las constelaciones y de los sistemas, al igual que por todas las esferas asentadas en luz y vida; pero su principal ámbito de actividad está en las constelaciones y, especialmente, en los setecientos setenta mundos que rodean a cada una de sus esferas sede.

44:0.2 (497.2) Aunque su labor pueda resultar prácticamente incomprensible para la mente humana, se hace necesario comprender que los mundos morontiales y espirituales no están exentos ni de belleza artística ni de suprema actividad cultural.

44:0.3 (497.3) Los artesanos celestiales no se crean como tales; constituyen un colectivo de seres, seleccionado y llamado para dicho cometido, compuesto por determinados maestros de naturaleza personal, nativos del universo central, y de sus pupilos, voluntarios procedentes de mortales ascendentes y de numerosos otros grupos celestiales. El colectivo primigenio de estos enseñantes artesanos fue en su día nombrado por el Espíritu Infinito en colaboración con los siete espíritus mayores y constaba de siete mil instructores de Havona, mil para cada una de las siete categorías de artesanos. A través de las eras, partiendo de dicho núcleo, se ha desarrollado este brillante colectivo de hábiles laboradores de los asuntos espirituales y morontiales.

44:0.4 (497.4) Cualquier ser personal morontial o entidad espiritual es susceptible de ser admitido en el colectivo de los artesanos celestiales; o sea, cualquier ser por debajo del rango de innata filiación divina. Los hijos ascendentes de Dios provenientes de las esferas evolutivas pueden, tras su llegada a los mundos morontiales, solicitar su admisión en el colectivo de artesanos y, si tienen el talento suficiente, pueden optar por tal andadura durante un periodo de mayor o menor duración. Si bien, nadie puede formar parte de los artesanos celestiales si no es al menos por un milenio, mil años de tiempo del suprauniverso.

44:0.5 (497.5) Todos los artesanos celestiales están inscritos en los registros de la sede del suprauniverso, pero están a cargo de supervisores morontiales de las capitales de los universos. El colectivo central de los supervisores morontiales, que actúa en los mundos-sede de cada universo local, los integran según la labor que realizan en los siguientes grupos diferentes:

44:0.6 (497.6) 1. Los músicos celestiales.

44:0.7 (497.7) 2. Los intérpretes celestiales.

44:0.8 (497.8) 3. Los constructores divinos.

44:0.9 (497.9) 4. Los archivistas del pensamiento.

44:0.10 (498.1) 5. Los operadores de la energía.

44:0.11 (498.2) 6. Los diseñadores y embellecedores.

44:0.12 (498.3) 7. Los laboradores de la armonía.

44:0.13 (498.4) Los primeros maestros de estos siete grupos eran todos naturales de los mundos perfectos de Havona, y Havona contiene los modelos, las obras modelo, para todas las facetas y formas del arte espiritual. Aunque resulte una colosal tarea aventurarse a transferir estas artes de Havona a los mundos del espacio, los artesanos celestiales han mejorado en técnica y ejecución al paso de las eras. Como en todas las otras etapas de la andadura ascendente, a los que han conseguido un mayor avance en cualquier área de actividad se les pide continuamente que transmitan su superior conocimiento y destreza a esos semejantes suyos menos favorecidos.

44:0.14 (498.5) Empezaréis a vislumbrar estas artes trasladadas de Havona, por vez primera, en los mundos de las moradas, y su belleza y vuestra apreciación de su belleza se acrecentarán e intensificarán hasta que os encontréis en las salas espirituales de Lugar de Salvación y contempléis las inspiradoras obras maestras de los excelsos artistas de los reinos espirituales.

44:0.15 (498.6) Toda esta actividad de los mundos morontiales y espirituales es real. Para los seres espirituales el mundo espiritual es una realidad. Para nosotros, lo más irreal es el mundo material. Los espíritus, con sus formas de orden superior, atraviesan con facilidad la materia ordinaria. Los espíritus elevados no reaccionan a nada material exceptuando a algunas de las energías básicas. Para los seres materiales, el mundo espiritual es más o menos irreal; para los seres espirituales, el mundo material es casi enteramente irreal; es una mera sombra de la sustancia de las realidades espirituales.

44:0.16 (498.7) Con una visión exclusivamente espiritual, no puedo percibir el edificio en el que esta narrativa se traduce y archiva. Un consejero divino procedente de Uversa, que casualmente se encuentra a mi lado, percibe incluso menos estas creaciones puramente materiales. Nos percatamos del aspecto que tienen para vosotros tales construcciones de carácter material visualizando un equivalente espiritual que uno de los transformadores de la energía que nos acompañan muestra a nuestra mente. Este edificio material no es enteramente real para mí, un ser espiritual, pero desde luego que es muy real y muy útil para los mortales materiales.

44:0.17 (498.8) Existen algunas clases de seres que son capaces de percibir la realidad de las criaturas tanto de los mundos espirituales como de los materiales. A esta clase pertenecen las denominadas cuartas criaturas de los servitales de Havona y las cuartas criaturas de los conciliadores. Los ángeles del tiempo y del espacio están capacitados para distinguir entre seres espirituales y materiales, tal como también lo están los mortales ascendentes una vez que se han liberado de la vida en la carne. Tras alcanzar niveles espirituales de orden superior, los ascendentes son capaces de reconocer realidades materiales, morontiales y espirituales.

44:0.18 (498.9) Hay aquí también conmigo un mensajero poderoso de Uversa, un ascendente, en otro tiempo mortal, fusionado con su modelador, que os percibe tal como vosotros sois y, al mismo tiempo, visualiza al mensajero solitario, a los supernafines y a otros seres celestiales presentes. En vuestro largo camino de ascenso, nunca perderéis la facultad de reconocer a los seres con los que habéis estado relacionados en vuestras existencias anteriores. A medida que ascendáis hacia el interior en la escala de la vida, siempre conservareis la capacidad de reconocer a semejantes de niveles previos e inferiores con los que habéis estado en contacto y poder confraternizar con ellos. Con cada nuevo traslado o resurrección se añadirá otro grupo más de seres espirituales a vuestro campo de visión, sin que ello reste en lo más mínimo de vuestra habilidad para reconocer a vuestros amigos y compañeros de estados anteriores.

44:0.19 (498.10) Todo esto se hace posible en las experiencias de los ascendentes mortales gracias a la acción de los modeladores interiores del pensamiento. Al guardar un duplicado de todas vuestras experiencias de la vida, podéis tener la seguridad de que nunca perderéis ninguna cualidad genuina que alguna vez hayáis poseído; y estos modeladores están en esto con vosotros, como parte de vosotros, en realidad, como vosotros mismos.

44:0.20 (499.1) Pero tengo pocas esperanzas de poder transmitir a la mente material la naturaleza de la labor de los artesanos celestiales. Me veo en la necesidad de desvirtuar continuamente el pensamiento y de distorsionar el lenguaje a fin de exponer, a tal tipo de mente, la realidad de esta actividad morontial y de estos fenómenos casi espirituales. Vuestra comprensión no alcanza a entender, y vuestro lenguaje resulta inadecuado para expresar el significado, el valor y las relaciones de esta labor semiespiritual. Y continúo en el intento de instruir a la mente mortal respecto a estas realidades, siendo totalmente consciente de la absoluta imposibilidad de tener demasiado éxito en dicha empresa.

44:0.21 (499.2) No puedo hacer otra cosa sino tratar de esbozar un tosco paralelismo entre la labor realizada por los mortales materiales y las múltiples actividades desempeñadas por los artesanos celestiales. Si las razas de Urantia estuviesen más avanzadas en el arte y en otros logros de tipo cultural, podría abundar con mayor denuedo en hacer avanzar a la mente humana hacia las cosas morontiales partiendo de las materiales. Casi todo lo que puedo esperar conseguir es ser categórico en el hecho de la realidad misma de esta actividad que tiene lugar en los mundos morontiales y espirituales.

1. LOS MÚSICOS CELESTIALES

44:1.1 (499.3) Con el limitado campo auditivo humano, difícilmente podéis apreciar las melodías morontiales. Hay incluso una gama material de hermosos sonidos irreconocible para el sentido del oído humano, por no mencionar el alcance de la armonía morontial y espiritual, inapreciable para vosotros. Las melodías espirituales no son ondas sonoras de orden material sino vibraciones espirituales perceptibles para los espíritus de los seres personales celestiales. La inmensidad del espectro sonoro y el alma expresiva, al igual que su imponente ejecución, en conjunción con la melodía de las esferas, sobrepasan toda comprensión humana. He visto a millones de seres embelesados y en un estado de éxtasis sublime mientras que la melodía de las regiones del espacio se difundía con la energía espiritual de las vías celestiales. Estas magníficas melodías se pueden transmitir hasta las zonas más lejanas del universo.

44:1.2 (499.4) Los músicos celestiales se encargan de generar armonías celestiales actuando sobre las fuerzas espirituales siguientes:

44:1.3 (499.5) 1. El sonido espiritual: interrupciones de la corriente espiritual.

44:1.4 (499.6) 2. La luz espiritual: control e intensificación de la luz de los reinos morontiales y espirituales.

44:1.5 (499.7) 3. Las pulsaciones energéticas: melodía generada gracias al hábil tratamiento de las energías morontiales y espirituales.

44:1.6 (499.8) 4. Las sinfonías de color: melodías de tonos morontiales de color; figuran entre los mayores logros de los músicos celestiales.

44:1.7 (499.9) 5. La armonía de espíritus relacionados: la disposición y conjunción mismas de los distintos órdenes de seres espirituales y morontiales dan origen a melodías majestuosas.

44:1.8 (499.10) 6. La melodía del pensamiento: los pensamientos espirituales pueden alcanzar un grado de perfección hasta el punto de eclosionar en melodías de Havona.

44:1.9 (499.11) 7. La música del espacio: mediante una apropiada sintonización, las melodías de otras esferas se pueden captar en las vías de transmisión del universo.

44:1.10 (500.1) Hay más de cien mil modos distintos de tratar el sonido, el color y la energía, procedimientos análogos al uso humano de los instrumentos musicales. Vuestros conjuntos de baile no son sin duda sino el empeño tosco y distorsionado de las criaturas materiales por aproximarse a la armonía celestial de la colocación de seres y la distribución de seres personales. Las otras cinco formas de melodía morontial resultan irreconocibles para el mecanismo sensorial de los cuerpos materiales.

44:1.11 (500.2) La armonía, la música producto de la combinación melodiosa de los siete niveles, es de hecho el código universal de la comunicación espiritual. La música, tal como la entienden los mortales de Urantia, logra su máxima expresión en las escuelas de Jerusem, la sede del sistema, donde se enseñan las armonías del sonido a los seres semimateriales. Los mortales no responden a las otras formas de melodía morontial y de armonía celestial.

44:1.12 (500.3) En Urantia, el aprecio por la música es tanto de orden físico como espiritual; y vuestros músicos humanos han hecho mucho para elevar el gusto musical desde la cruda monotonía de vuestros antiguos ancestros hasta los niveles superiores de valoración de los sonidos. En gran medida, la mayoría de los mortales de Urantia responde a la música con los músculos físicos y muy poco con la mente y el espíritu; si bien, es de notar la mejora constante que durante más de treinta y cinco mil años se está produciendo en el gusto por la música.

44:1.13 (500.4) El ritmo sincopado constituye un elemento de transición entre la monotonía musical del hombre primitivo y la armonía expresiva y las melodías significativas de vuestros músicos más recientes. Estos primeros tipos de ritmos favorecen el sentimiento de amor hacia la música, sin que ello entrañe el ejercicio de las capacidades intelectuales superiores de aprecio por la armonía y, por lo tanto, tienen un mayor atractivo para seres inmaduros o espiritualmente indolentes.

44:1.14 (500.5) La mejor música de Urantia no es sino un eco fugaz de los espléndidos acordes que oyen los acompañantes celestiales de vuestros músicos, los cuales no dejaron como legado sino fragmentos de estas armonías de las fuerzas morontiales en calidad de melodías musicales de armonía sonora. En la música espiritual y morontial no es infrecuente el uso de los siete modos de expresión y reproducción, de manera que la mente humana está enormemente limitada en cualquier intento por convertir estas melodías de las esferas superiores en meras notas de sonidos musicales. Esto sería como querer reproducir los acordes de una gran orquesta empleando un solo instrumento musical.

44:1.15 (500.6) Aunque en Urantia habéis compuesto algunas bellas melodías, no habéis avanzado en el terreno musical tanto como vuestros planetas vecinos de Satania. Si Adán y Eva hubieran continuado viviendo en la tierra, desde luego que habríais tenido realmente música; pero el don de la armonía, tan importante en la naturaleza de estos seres, se ha debilitado de tal manera debido a vestigios de tendencias no musicales, que solo una entre mil vidas humanas le otorga a la armonía algún considerable aprecio. Pero no os sintáis desalentados, es posible que algún día aparezca en Urantia un verdadero músico y pueblos completos se sentirán cautivados con los espléndidos acordes de sus melodías. Un único ser humano de tales características podría cambiar para siempre el rumbo de toda una nación e incluso el de la totalidad del mundo civilizado. Es literalmente cierto que “la melodía tiene el poder de a un mundo entero transformar”. Por siempre, la música seguirá siendo el lenguaje universal de hombres, ángeles y espíritus. La armonía es el lenguaje de Havona.

2. LOS INTÉRPRETES CELESTIALES

44:2.1 (500.7) El hombre mortal no puede tener la esperanza de obtener más que una noción insuficiente y distorsionada de la labor de estos intérpretes celestiales, la cual he de intentar ilustrar mediante los rudos y limitados símbolos de vuestro lenguaje humano. El mundo espiritual-morontial posee mil y una cosas de valor supremo, cosas dignas de reproducirse aunque desconocidas en Urantia, conocimientos propios de una clase de actividad que apenas ha “percibido la mente del hombre”, esas realidades que Dios tiene en espera para aquellos que sobreviven a la vida en la carne.

44:2.2 (501.1) Hay siete grupos de intérpretes celestiales, cuya tarea voy a tratar de ilustrar mediante la siguiente clasificación:

44:2.3 (501.2) 1. Los cantantes: armonizadores que reiteran las distintas armonías del pasado e interpretan las del presente. Si bien, todo esto se lleva a efecto en el nivel morontial.

44:2.4 (501.3) 2. Los laboradores del color: esos artistas de la luz y de la sombra, a los que vosotros llamaríais dibujantes y pintores; artistas que conservan escenas pasajeras y acontecimientos transitorios para futuro deleite morontial.

44:2.5 (501.4) 3. Los cineastas de la luz: los autores de la conservación de verdaderos fenómenos semiespirituales, de los que vuestras películas serían un crudo ejemplo.

44:2.6 (501.5) 4. Los creadores de espectáculos históricos: aquellos que representan de forma teatral acontecimientos cruciales que se han quedado plasmados en los archivos y en la historia del universo.

44:2.7 (501.6) 5. Los artistas proféticos: aquellos que interpretan la historia en términos de futuro.

44:2.8 (501.7) 6. Los contadores de historias de vida: aquellos que perpetúan el significado y la importancia de las experiencias vividas. Interpretan las experiencias personales del presente en términos de los valores que adquirirán en el futuro.

44:2.9 (501.8) 7. Los intérpretes de asuntos gobernativos: aquellos que hacen representaciones de la importancia de la filosofía de gobierno y del procedimiento administrativo; son los dramaturgos celestiales de la soberanía.

44:2.10 (501.9) Con mucha frecuencia y efectividad, los intérpretes celestiales colaboran con los directores de reversión, combinando la recapitulación de la memoria con ciertas formas de reposo mental y de recreo personal. Ante los cónclaves morontiales y las asambleas espirituales, estos intérpretes se unen a veces para ofrecer formidables espectáculos dramáticos que ilustran el propósito de tales reuniones. Recientemente asistí a una de estas fabulosas actuaciones en la que más de un millón de actores representaron mil escenas de forma consecutiva.

44:2.11 (501.10) Los maestros de asuntos intelectivos de orden superior y los servidores de las criaturas en transición utilizan con libertad y eficacia a estos diversos grupos de intérpretes en su actividad educativa de tipo morontial. Pero no todos sus esfuerzos se dedican a ofrecer ilustraciones de carácter temporal; una parte muy considerable de su tarea es de carácter permanente y quedará como un legado perpetuo para tiempos futuros. Estos artesanos son tan versátiles que, cuando actúan todos juntos, son capaces de representar una era y, en colaboración con los servidores seráficos, pueden verdaderamente ilustrar los valores eternos del mundo espiritual para los videntes mortales del tiempo.

3. LOS CONSTRUCTORES DIVINOS

44:3.1 (501.11) Existen ciudades “cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Tenemos un equivalente espiritual de todo aquello con lo que estáis familiarizados y otras cosas más, imposibles de describir. Tenemos viviendas e instalaciones para el confort espiritual y las necesidades morontiales. Por cada goce material que los humanos pueden llegar a disfrutar, tenemos miles de realidades espirituales que sirven para enriquecer y engrandecer nuestra existencia. Hay siete grupos de constructores divinos, según sea la labor que realicen:

44:3.2 (502.1) 1. Los diseñadores y constructores de viviendas: aquellos que construyen y remodelan las moradas destinadas a seres individuales y a grupos de trabajo. Estas residencias morontiales y espirituales son reales. Serían invisibles para el limitado alcance de vuestra visión, pero son muy reales y bellas para nosotros. Hasta cierto punto, todos los seres espirituales pueden acordar con estos constructores ciertos detalles de la planificación y creación de sus moradas morontiales o espirituales. Estas viviendas se acomodan y ornamentan en conformidad con las necesidades de las criaturas morontiales o espirituales que van a habitarlas. Existe una gran diversidad de oportunidades para la expresión individual.

44:3.3 (502.2) 2. Los constructores de edificios ocupacionales: aquellos que diseñan y montan los edificios para uso de los trabajadores regulares y habituales de los mundos espirituales y morontiales. Estos artesanos son comparables a los que construyen en Urantia los talleres y otras plantas industriales. Los mundos de transición tienen necesariamente un eficiente y organizado sistema de servicio mutuo y una división especializada del trabajo. No todos hacemos de todo. Los seres morontiales y los espíritus evolutivos realizan distintas funciones, y estos constructores de edificios ocupacionales no solamente construyen mejores talleres, sino que también contribuyen al desarrollo profesional de los trabajadores.

44:3.4 (502.3) 3. Los constructores de edificios lúdicos: se hace uso de enormes edificios para los periodos de descanso, que los mortales denominarían de esparcimiento y, en cierto sentido, lúdicos. Se toman medidas para que los directores de reversión, los humoristas de los mundos morontiales, encuentren un entorno apropiado. Los mundos morontiales son las esferas de transición en las que tiene lugar la formación de los seres ascendentes últimamente trasladados desde los planetas evolutivos. Incluso los espíritus de orden superior toman parte de cierta forma de humor nostálgico durante sus períodos de recarga espiritual.

44:3.5 (502.4) 4. Los constructores de edificios de culto: son aquellos experimentados arquitectos de los templos espirituales y morontiales. Todos los mundos de ascensión de los mortales disfrutan de templos de adoración, que son las creaciones de mayor excelencia de los reinos morontiales y de las esferas espirituales.

44:3.6 (502.5) 5. Los constructores de edificios educacionales: aquellos que construyen las sedes de la formación morontial y de la educación espiritual avanzada. El camino siempre está abierto para poder adquirir más conocimiento, para conseguir una información más profunda respecto a vuestra labor presente y futura, al igual que en relación al conocimiento cultural universal; es información concebida para hacer que los ascendentes mortales de los mundos morontiales y espirituales sean más inteligentes y eficientes.

44:3.7 (502.6) 6. Los planificadores de edificios morontiales: aquellos que construyen edificios para albergar las reuniones interrelacionadas de todos los seres personales de todas las regiones espaciales que puedan estar presentes en cualquier determinado momento en cualquier esfera. Estos planificadores colaboran con los supervisores de la potencia morontial para mejorar la coordinación de la vida morontial, conforme esta se va desarrollando.

44:3.8 (502.7) 7. Los constructores de edificios públicos: son los artesanos que planifican y construyen los lugares designados para asambleas, aparte de aquellos de culto. Los lugares dedicados a asambleas públicas son grandes y magníficos.

44:3.9 (502.8) Aunque ni estas construcciones ni su ornamentación resultarían precisamente reales para los órganos sensoriales de los mortales materiales, para nosotros son muy reales. Si pudieseis estar aquí en la carne, no podríais ver estos templos; no obstante, todas estas creaciones supramateriales realmente existen, y las percibimos claramente y las disfrutamos con igual intensidad.

4. LOS ARCHIVISTAS DEL PENSAMIENTO

44:4.1 (503.1) Estos artesanos se dedican a conservar y reproducir el pensamiento de orden superior de los mundos. De acuerdo a la labor que realizan, hay siete grupos de archivistas:

44:4.2 (503.2) 1. Los conservadores del pensamiento. Estos son los artesanos que conservan el pensamiento de más elevado rango de las regiones espaciales. En los mundos morontiales de hecho se atesoran las joyas de la actividad mental. Antes de venir por primera vez a Urantia, consulté los archivos y escuché las transmisiones de los procesos de formación de ideas de algunas de las grandes mentes de este planeta. Los archivistas del pensamiento conservan estas nobles ideas en la lengua de Uversa.

44:4.3 (503.3) Cada suprauniverso tiene su propia lengua, un idioma, predominante en todos sus sectores, que hablan todos sus seres personales. En nuestro suprauniverso se conoce como el idioma de Uversa. Cada universo local también posee el suyo propio. Todos los órdenes superiores de Nebadón son bilingües: hablan tanto la lengua de Nebadón como el idioma de Uversa. Cuando dos seres de diferentes universos locales se encuentran, se comunican en el idioma de Uversa. Sin embargo, si uno de ellos es natural de otro suprauniverso, han de acudir a un traductor. En el universo central hay poca necesidad de lenguaje; hay un entendimiento perfecto y casi total; allí, solo a los Dioses no se les llega a comprender del todo. Se nos enseña que se desprende más comprensión mutua de un encuentro fortuito en el Paraíso que del hecho de comunicarse durante mil años en una lengua humana. Ya en Lugar de Salvación nosotros “conocemos como somos conocidos”.

44:4.4 (503.4) En las esferas morontiales y espirituales, la capacidad de traducir el pensamiento a una lengua sobrepasa la comprensión humana. La velocidad de simplificación del pensamiento para su archivo permanente se puede acelerar tanto de la mano de los expertos archivistas que, en un minuto del tiempo de Urantia, se puede registrar el equivalente de más de medio millón de palabras. Estas lenguas del universo son mucho más completas que la de los mundos en evolución. Los símbolos conceptuales de Uversa totalizan más de mil millones de caracteres, aunque el alfabeto básico únicamente contenga setenta símbolos. La lengua de Nebadón no es tan compleja; su alfabeto tiene cuarenta y ocho símbolos elementales.

44:4.5 (503.5) 2. Los archivistas de conceptos. Este segundo grupo de archivistas se encarga de conservar representaciones conceptuales, modelos de ideas. Se trata de un tipo de archivo permanente, desconocido en los reinos materiales. Con este método, yo podría adquirir más conocimiento en una hora de vuestro tiempo del que vosotros seríais capaces en cien años de lectura detenida de lenguaje escrito ordinario.

44:4.6 (503.6) 3. Los archivistas de ideografías. Tenemos el equivalente tanto de vuestra palabra escrita como el de vuestra palabra hablada, pero, en la conservación del pensamiento, normalmente hacemos uso de la representación de conceptos al igual que de procedimientos ideográficos. Estos encargados de conservar ideografías son capaces de mejorar mil veces el trabajo de los archivistas de conceptos.

44:4.7 (503.7) 4. Los auspiciadores de la oratoria. Este grupo de archivistas se ocupan de la tarea de conservar el pensamiento para reproducirlo mediante la oratoria. Si bien, en la lengua de Nebadón, en una exposición de media hora, se podría abarcar el contenido de toda la vida de cualquiera de los mortales de Urantia. Vuestra única esperanza de comprender estos hechos consiste en deteneros a reflexionar sobre vuestra desordenada y confusa vida onírica, esto es, cómo en pocos segundos, en estas fantasías nocturnas, pasan ante vosotros años de experiencia.

44:4.8 (503.8) La oratoria del mundo espiritual es uno de los placeres singulares que os aguardan a vosotros, que solo habéis oído los rudimentarios y abigarrados discursos de Urantia. Existe una armonía musical y una eufonía expresiva en las alocuciones de Lugar de Salvación y Edentia que llegan a inspirar de un modo más allá de toda descripción; conceptos apremiantes como bellas gemas en tiaras de gloria. ¡Pero no puedo conseguirlo! ¡No puedo transmitir a la mente humana la grandeza y la profundidad de estas realidades de otro mundo!

44:4.9 (504.1) 5. Los directores de transmisión. Las transmisiones del Paraíso, de los suprauniversos y de los universos locales se hallan bajo la supervisión general de este grupo de conservadores del pensamiento. Sirven como censores y editores al igual que como coordinadores del material que se emite. Adaptan al suprauniverso todo lo que se transmite del Paraíso, del mismo modo que adaptan y traducen lo que se transmite de los ancianos de días a los idiomas específicos de los universos locales.

44:4.10 (504.2) También se han de modificar las transmisiones del universo local para su recepción de parte de los sistemas y de los distintos planetas. La transmisión de estos informes espaciales se supervisa detenidamente, y siempre existe una confirmación de envío que garantiza que dichos informes se han recibido correctamente en cada uno de los mundos de un determinado canal de comunicación. Desde el punto de vista técnico, estos directores de transmisión son expertos en el uso de las corrientes del espacio a efecto de comunicación de información.

44:4.11 (504.3) 6. Los archivistas del ritmo. Sin duda los urantianos denominarían poetas a estos artesanos, aunque sus obras difieren de vuestras producciones poéticas y las trascienden de modo casi infinito. El ritmo es menos extenuante tanto para los seres morontiales como para los espirituales, por lo que, con frecuencia, se procura aumentar la efectividad al igual que el deleite mediante la ejecución de numerosos cometidos de forma rítmica. Ojalá pudierais tener el privilegio de oír algunas de las transmisiones poéticas de las asambleas de Edentia y así disfrutar de la riqueza de color y tono de estos genios de la constelación, maestros en esta espléndida forma de expresión personal y armonización social.

44:4.12 (504.4) 7. Los archivistas morontiales. No sé cómo describir para la mente material la labor de este importante grupo de archivistas del pensamiento, cuya labor consiste en conservar las imágenes conjuntas de las diversas categorías de asuntos morontiales y acontecimientos espirituales. Haciendo uso de un rudo ejemplo, son los fotógrafos grupales de los mundos de transición. Rescatan para el futuro las escenas vitales y las relaciones entre estas épocas de avance progresivo, conservándolas en los archivos de las salas de registros morontiales.

5. LOS OPERADORES DE LA ENERGÍA

44:5.1 (504.5) Estos interesantes y eficaces artesanos se encargan de todos los tipos de energía: física, mental y espiritual.

44:5.2 (504.6) 1. Los operadores de la energía física. Estos operadores sirven durante largos períodos de tiempo con los directores de la potencia y son expertos en el manejo y control de muchas de las facetas de la energía física. Son conocedores de las tres corrientes básicas y de las treinta divisiones secundarias de la energía de los suprauniversos. Estos seres resultan de una ayuda inestimable para los supervisores de la potencia morontial de los mundos de transición. Son los perseverantes estudiosos de las proyecciones cósmicas del Paraíso.

44:5.3 (504.7) 2. Los operadores de la energía mental. Estos operadores son los expertos en la intercomunicación entre los seres morontiales y otros tipos de seres inteligentes. Esta forma de comunicación entre mortales es prácticamente inexistente en Urantia. Son los especialistas en fomentar la aptitud de los seres morontiales ascendentes para comunicarse entre sí, y en su labor se incluyen numerosas aventuras sin parangón en la coordinación de intelectos, algo que sobrepasa en mucho mi capacidad de poder describirlas para la mente material. Estos artesanos son los diligentes estudiosos de las vías del Espíritu Infinito de circulación de la mente.

44:5.4 (505.1) 3. Los operadores de la energía espiritual. Estos operadores constituyen un grupo fascinante. Al igual que la energía física, la energía espiritual actúa conforme a leyes establecidas; es decir, cuando se somete a examen, la fuerza espiritual permite establecer conclusiones sólidas y puede ser abordada con precisión, tal como se hace con las energías físicas. En el mundo espiritual, existen leyes tan seguras y fiables como las de los reinos materiales. Durante los últimos millones de años, estos estudiosos de las leyes fundamentales del Hijo Eterno, que rigen la energía espiritual en su aplicación a los órdenes morontiales y a otros órdenes de seres celestiales a lo largo de todos los universos, han llevado a efecto muchas mejoras en cuanto al procedimiento de toma de la energía espiritual.

44:5.5 (505.2) 4. Los operadores de lo compuesto. Es el intrépido y bien formado grupo de seres dedicados a la conjunción con carácter operativo de las tres fases primigenias de la energía divina en su manifestación por todos los universos como energía física, mental y espiritual. Son los sagaces seres personales que buscan en realidad descubrir la presencia del Dios Supremo en el universo, porque en dicha persona de la Deidad ha de acaecer la unificación experiencial de toda la divinidad del gran universo. Y, hasta cierto punto, estos artesanos han cosechado algún éxito en tiempos recientes.

44:5.6 (505.3) 5. Los asesores de transportes. Este colectivo de consejeros técnicos de los serafines transportadores colabora de muy hábil manera con los estudiosos de las estrellas para establecer rutas y asistir de otros modos a los jefes de transporte de los mundos del espacio. Son los supervisores de los desplazamientos que tienen lugar en las esferas y están presentes en todos los planetas habitados. En Urantia, hay en servicio un colectivo de setenta asesores de transporte.

44:5.7 (505.4) 6. Los expertos en comunicación. Urantia también dispone de un servicio de doce técnicos en comunicación interplanetaria e interuniversal. Estos seres, de dilatada experiencia, son expertos conocedores de las leyes que rigen las transmisiones e interferencias tal como se aplican a las comunicaciones que se entablan en los mundos del espacio. Este colectivo se encarga de todas las formas de mensajes espaciales, salvo aquellos que provienen de los mensajeros solitarios y de los mensajeros de la gravedad. En Urantia, una gran parte de su labor se ha de llevar a cabo haciendo uso de los canales de comunicación de los arcángeles.

44:5.8 (505.5) 7. Los maestros del descanso. El descanso divino está en relación con el procedimiento de toma de la energía espiritual. Precisamente, la energía morontial y espiritual se deben reponer al igual que la energía física, pero no por las mismas razones. En mi deseo de informaros, me veo obligado a ofreceros explicaciones algo rudimentarias; no obstante, nosotros los del mundo espiritual hemos de hacer periódicamente una pausa en nuestras actividades regulares y trasladarnos a lugares adecuados de encuentro en los que tomamos el descanso divino y así recuperamos nuestras energías agotadas.

44:5.9 (505.6) Se os impartirán vuestras primeras clases en estos temas, cuando lleguéis a los mundos de las moradas tras haberos convertido en seres morontiales. Sabéis del círculo más interior de Havona y que, una vez que los peregrinos del espacio hayan pasado por los círculos precedentes, han de ser inducidos al largo descanso reparador del Paraíso. Esto no es solamente un requisito de orden práctico en relación al tránsito desde la andadura en el tiempo hasta el servicio en la eternidad, sino que es también una necesidad, una forma de descanso necesaria para poder reponer las pérdidas de energía propias de los últimos pasos a dar como ascendentes y almacenar las reservas de potencia espiritual que harán falta para la próxima etapa: la andadura sin fin.

44:5.10 (506.1) Estos operadores de la energía también desempeñan centenares de otras funciones, demasiado numerosas como para ser enumeradas, como el asesoramiento a serafines, querubines y sanobines respecto a los modos más eficientes de toma de energía y en cuanto al mantenimiento del equilibrio más beneficioso de las fuerzas divergentes entre los querubines activos y los sanobines pasivos. Estos expertos seres prestan su ayuda de muchas otras maneras a las criaturas morontiales y espirituales en su afán por entender el descanso divino, algo tan esencial para el empleo satisfactorio de las energías básicas del espacio.

6. DISEÑADORES Y EMBELLECEDORES

44:6.1 (506.2) ¡Cómo me gustaría encontrar la manera de describir la espléndida tarea de estos excepcionales artesanos! Pero cualquier intento de mi parte por explicar su labor de embellecimiento espiritual solo evocaría en vuestra mente material vuestros propios esfuerzos, lastimosos pero meritorios, por llevar a cabo estas cosas en vuestro mundo de mente y materia.

44:6.2 (506.3) Aunque, de acuerdo con la actividad que realizan, incorporan más de mil subdivisiones, este colectivo se agrupa principalmente en las siete categorías siguientes:

44:6.3 (506.4) 1. Los artesanos del color. Son los que hacen que los diez mil tonos de color del reflejo espiritual repiquen en la expresión de sus delicados y bellos mensajes de armonía. Salvo la percepción del color, no existe nada en la experiencia humana comparable con este tipo de actividad.

44:6.4 (506.5) 2. Los diseñadores del sonido. Estos diseñadores de lo que vosotros llamaríais sonido reproducen diferentes manifestaciones de ondas espirituales de aprecio en los mundos morontiales. En realidad, estos impulsos son los magníficos reflejos de las puras y gloriosas almas espirituales de las multitudes celestiales.

44:6.5 (506.6) 3. Los diseñadores de las emociones. Estos seres, que dan realce y conservan las sensaciones, preservan los sentimientos de orden morontial y las emociones de lo divino para el estudio y la edificación de los hijos del tiempo y para la inspiración y embellecimiento de los progresadores morontiales y de los espíritus en su avance.

44:6.6 (506.7) 4. Los artistas de las fragancias. Resulta, en efecto, desafortunado establecer una comparación entre esta labor suprema de carácter espiritual y la identificación física de las fragancias, pero los mortales de Urantia tendrían dificultad en reconocer este ministerio con cualquiera otra apelación. Estos artesanos crean sus distintas sinfonías para la edificación y deleite de los hijos de la luz en su camino de avance. No existe nada en la tierra que se pueda comparar, ni siquiera remotamente, con este tipo de grandeza espiritual.

44:6.7 (506.8) 5. Los embellecedores de las presencias. Estos artesanos no se ocupan de las artes de la ornamentación personal ni del sistema de embellecimiento creatural. Se dedican a dar origen a innumerables reacciones individuales de júbilo en las criaturas morontiales y espirituales escenificando el significado de las relaciones, en función de los valores posicionales asignados a los diferentes órdenes morontiales y espirituales en las asambleas conjuntas en las que estos distintos seres participan. Estos artistas colocan a los seres supramateriales de la manera en la que vosotros colocaríais notas musicales, olores y escenas vivas y, entonces, los combinan formando himnos de gloria.

44:6.8 (506.9) 6. Los diseñadores de los sentidos. ¡Y qué se os puede decir de estos artistas! Vagamente os puedo indicar que estos seres mejoran los sentidos morontiales e igualmente se esfuerzan por acrecentar el gusto por la belleza, agudizando el desarrollo de los sentidos espirituales

44:6.9 (507.1) 7. Los armonizadores de lo morontial. Son los maestros artesanos que, cuando todos los demás han realizado sus respectivas contribuciones, aportan al conjunto de seres morontiales sus toques últimos y culminantes, logrando de este modo una estimulante caracterización de lo divinamente bello, una fuente de inspiración perdurable para los seres espirituales y sus acompañantes morontiales. Pero, antes de que podáis comenzar a percibir la gloria artística y la belleza estética de los mundos morontiales y espirituales, tendréis que aguardar la liberación de vuestro cuerpo de origen animal.

7. LOS LABORADORES DE LA ARMONÍA

44:7.1 (507.2) Estos artistas no se encargan de la música ni de la pintura ni de nada semejante, como quizás habréis podido suponer. Se ocupan del tratamiento y la organización de las fuerzas y energías específicas presentes en el mundo espiritual, pero inidentificables para los mortales. Si pudiese encontrar el más mínimo elemento de comparación, procuraría describir esta excepcional área de logro espiritual, pero desespero en ese sentido porque no tengo esperanza alguna de transmitir a la mente mortal este rango de arte celestial. No obstante, lo que no se puede describir sí se puede dar a entender:

44:7.2 (507.3) La belleza, el ritmo y la armonía están intelectualmente relacionados son espiritualmente afines. La verdad, el hecho y la relación son nociones intelectualmente inseparables y están vinculados con los conceptos filosóficos de la belleza. La bondad, la rectitud y la justicia están filosóficamente interrelacionadas y espiritualmente entrelazadas con la verdad viva y la belleza divina.

44:7.3 (507.4) Los conceptos cósmicos de la verdadera filosofía, la manifestación del arte celestial o el afán del mortal por describir su reconocimiento humano de la belleza divina no pueden ser jamás verdaderamente satisfactorios si tal esforzado progreso creatural carece de unificación. Estas expresiones del impulso divino de la criatura evolutiva pueden ser intelectualmente verdaderas, emocionalmente bellas y espiritualmente buenas; pero el alma real de la expresión estará ausente a menos que estas realidades de la verdad, estos contenidos de la belleza y estos valores de la bondad se unifiquen en la experiencia de vida del artesano, del científico o del filósofo.

44:7.4 (507.5) Estas cualidades divinas están perfecta y absolutamente unificadas en Dios. Y cualquier hombre o ángel conocedores de Dios poseen el potencial para expresarse a sí mismos sin límites en niveles continuamente progresivos conforme logra unidad en sí mismo tratando parecerse más como Dios; esto conlleva la unión de la verdad eterna, de la belleza universal y de la bondad divina en la vida evolutiva.

8. ASPIRACIONES HUMANAS Y LOGROS MORONTIALES

44:8.1 (507.6) Aunque los artesanos celestiales no operan de forma personal en los planetas materiales, tales como Urantia, sí acuden, periódicamente, desde las sedes centrales del sistema, para ofrecer su ayuda a los seres de las razas mortales particularmente dotados de forma natural. Cuando tienen dicho destino, estos artesanos actúan temporalmente bajo la supervisión de los ángeles planetarios del progreso. Las multitudes seráficas cooperan con estos artesanos, procurando ayudar a aquellos artistas mortales que poseen dotes innatas y que también poseen modeladores con alguna particular experiencia previa.

44:8.2 (507.7) Son tres los posibles orígenes de las capacidades humanas de carácter especial: en el fondo, siempre existe una aptitud connatural o innata. La habilidad especial nunca es un don arbitrario de los Dioses; en cualquier talento extraordinario, subyace siempre un factor congénito. Además de esta habilidad natural, o más bien complementaria a ella, se puede dar la aportación de la guía del modelador del pensamiento en aquellos seres cuyos modeladores que los habitan pueden haber adquirido experiencias reales y genuinas en otros mundos y en otras criaturas mortales. En esos casos, en los que tanto la mente humana como el modelador interior son excepcionalmente hábiles, se puede delegar en los artesanos espirituales la armonización de estos talentos y ayudar e inspirar, por otro lado, a estos mortales a que persigan ideales cada vez más perfectos, intentando manifestarlos realzados para la edificación del mundo.

44:8.3 (508.1) No existe distinción de clases entre los artesanos espirituales. Por muy humildes que sean vuestros orígenes, si tenéis la capacidad y el don de la expresión, estos se os reconocerán convenientemente y se os valorará a medida que ascendéis en la escala de la experiencia morontial y del logro espiritual. No puede haber desventajas por la herencia humana ni carencias por el entorno que no se lleguen a compensar por completo y erradicar del todo en vuestra andadura morontial. Y, de forma progresiva, mediante vuestro propio esfuerzo personal, hallaréis esas satisfacciones incumplidas en vuestros logros artísticos y en la expresión plena de vuestra propia realización. Por fin, se podrán satisfacer las aspiraciones de aquellos menos favorecidos evolutivamente. Aunque los Dioses no otorgan talentos ni capacidades de forma arbitraria a los hijos del tiempo, sí facilitan que todos sus nobles anhelos logren satisfacerse y que toda sed humana de autoexpresión suprema quede gratificada.

44:8.4 (508.2) Si bien, todos los seres humanos deben recordar que muchas de esas ansias por destacar que afligen a los mortales durante su vida en la carne no perdurarán en estos mismos mortales durante su andadura morontial y espiritual. Los seres morontiales ascendentes aprenden a socializar sus previos deseos puramente egoístas y aspiraciones egocéntricas. No obstante, aquellas cosas que con tanto empeño anhelasteis realizar en la tierra y que las circunstancias os negaron insistentemente, si, una vez que hayáis adquirido en vuestra andadura morontial un auténtico conocimiento de la mota, aún queréis que se hagan realidad, de cierto que se os ofrecerá la oportunidad de poder encontrar satisfacción plena a esos deseos por tan largo tiempo acariciados.

44:8.5 (508.3) Antes de que los mortales ascendentes salgan del universo local para emprender su andadura espiritual, saciarán todos esos anhelos de orden intelectual, artístico y social o verdaderas aspiraciones, que caracterizaron sus planos de existencia mortal o morontial. Se trata de una satisfacción que todos alcanzarán por igual en cuanto a la expresión y a la realización de uno mismo, pero no en cuanto al logro de un estatus experiencial de carácter idéntico ni a la total anulación de la propia individualidad respecto a destrezas, técnicas y expresión. Si bien, la nueva disimilitud espiritual surgida en relación al logro de esa experiencia personal no llegará, por ello, a nivelarse o a equilibrarse hasta que, en vuestra andadura en Havona, no hayáis completado el último círculo. Y luego los residentes del Paraíso se enfrentarán con la necesidad de ajustar esa disimilitud absonita de la experiencia personal, que solo se puede nivelar alcanzando como grupo el estatus último creatural —el destino de los finalizadores mortales como espíritus de la séptima etapa—.

44:8.6 (508.4) Y este es el relato de los artesanos celestiales, ese colectivo cosmopolita de espléndidos trabajadores que tanto contribuye a glorificar las esferas arquitectónicas con su representación artística de la belleza divina de los Creadores del Paraíso.

 

44:8.7 (508.5) [Redactado por un arcángel de Nebadón.]

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