048 La vida morontial

Los escritos de Urantia en línea

Los escritos de Urantia
en línea

PARTE I: EL UNIVERSO CENTRAL Y LOS SUPRAUNIVERSOS

000 Prólogo
001 El Padre Universal
002 La naturaleza de Dios
003 Los atributos de Dios
004 La relación de Dios con el universo
005 La relación individual de Dios con los mortales
006 El Hijo Eterno
007 La relación del Hijo Eterno con el universo
008 El Espíritu Infinito
009 La relación del Espíritu Infinito con el universo
010 La Trinidad del Paraíso
011 La Isla eterna del Paraíso
012 El universo de los universos
013 Las esferas sagradas del Paraíso
014 El universo central y divino
015 Los siete suprauniversos
016 Los siete espíritus mayores
017 Los siete grupos de espíritus supremos
018 Los seres personales supremos de la Trinidad
019 Seres correlacionados de origen en la Trinidad
020 Los hijos de Dios del Paraíso
021 Los hijos creadores del Paraíso
022 Los hijos de Dios trinitizados
023 Los mensajeros solitarios
024 Los seres personales superiores del Espíritu Infinito
025 Las multitudes de mensajeros del espacio
026 Los espíritus servidores del universo central
027 El ministerio de los supernafines primarios
028 Los espíritus servidores de los suprauniversos
029 Los directores de la potencia del universo
030 Los seres personales del gran universo
031 El colectivo final

PARTE II: EL UNIVERSO LOCAL

032 Evolución de los universos locales
033 La administración del universo local
034 El espíritu materno del universo local
035 Los hijos de Dios de los universos locales
036 Los portadores de vida
037 Los seres personales del universo local
038 Los espíritus servidores del universo local
039 Las multitudes seráficas
040 Los hijos ascendentes de Dios
041 Aspectos físicos del universo local
042 Energía, mente y materia
043 Las constelaciones
044 Los artesanos celestiales
045 La administración del sistema local
046 La sede del sistema local
047 Los siete mundos de las moradas
048 La vida morontial
049 Los mundos habitados
050 Los príncipes planetarios
051 Los adanes planetarios
052 Épocas planetarias de los mortales
053 La rebelión de Lucifer
054 Los problemas de la rebelión de Lucifer
055 Las esferas de luz y vida
056 La unidad universal

PARTE III: LA HISTORIA DE URANTIA

057 El origen de Urantia
058 Establecimiento de la vida en Urantia
059 La era de la vida marina en Urantia
060 Urantia durante la era de la vida terrestre primitiva
061 La era de los mamíferos en Urantia
062 Las razas precursoras del hombre primitivo
063 La primera familia humana
064 Las razas evolutivas de color
065 La acción directiva sobre la evolución
066 El príncipe planetario de Urantia
067 La rebelión planetaria
068 Los albores de la civilización
069 Instituciones humanas primitivas
070 Evolución del gobierno humano
071 El desarrollo del estado
072 El gobierno de un planeta vecino
073 El Jardín de Edén
074 Adán y Eva
075 La transgresión de Adán y de Eva
076 El segundo jardín
077 Las criaturas intermedias
078 La raza violeta después de los días de Adán
079 La expansión andita en Oriente
080 La expansión andita en Occidente
081 Desarrollo de la civilización moderna
082 Evolución del matrimonio
083 La institución del matrimonio
084 Matrimonio y vida familiar
085 Orígenes de la adoración
086 Evolución temprana de la religión
087 El culto a los espectros
088 Fetiches, amuletos y magia
089 Pecado, sacrificio y expiación
090 Chamanismo: Curanderos y sacerdotes
091 Evolución de la oración
092 Evolución posterior de la religión
093 Maquiventa Melquisedec
094 Las enseñanzas de Melquisedec en Oriente
095 Las enseñanzas de Melquisedec en el Levante
096 Yahvé, el Dios de los hebreos
097 Evolución del concepto de Dios entre los hebreos
098 Las enseñanzas de Melquisedec en Occidente
099 Los problemas sociales de la religión
100 La religión en la experiencia humana
101 Naturaleza real de la religión
102 Fundamentos de la fe religiosa
103 La realidad de la experiencia religiosa
104 Expansión del concepto de la Trinidad
105 Deidad y realidad
106 Los niveles de la realidad del universo
107 Origen y naturaleza de los modeladores del pensamiento
108 Misión y ministerio de los modeladores del pensamiento
109 Relación de los modeladores con las criaturas del universo
110 Relación de los modeladores con el ser humano
111 El modelador y el alma
112 La supervivencia del ser personal
113 Los guardianes seráficos del destino
114 El gobierno planetario seráfico
115 El Ser Supremo
116 El Todopoderoso Supremo
117 El Dios Supremo
118 El Supremo y el Último —el tiempo y el espacio—
119 Los ministerios de gracia de Cristo Miguel

PARTE IV: VIDA Y ENSEÑANZAS DE JESÚS

120 El ministerio de gracia de Miguel en Urantia
121 La época del ministerio de gracia de Miguel
122 Nacimiento e infancia de Jesús
123 Niñez temprana de Jesús
124 Niñez tardía de Jesús
125 Jesús en Jerusalén
126 Los dos años cruciales
127 Sus años adolescentes
128 Edad adulta temprana de Jesús
129 Vida adulta posterior de Jesús
130 De camino a Roma
131 Las religiones del mundo
132 Estancia en Roma
133 Regreso de Roma
134 Los años de transición
135 Juan el Bautista
136 El bautismo y los cuarenta días
137 Tiempo de espera en Galilea
138 Formación de los mensajeros del reino
139 Los doce apóstoles
140 La ordenación de los doce
141 Inicio de la labor pública
142 En la Pascua de Jerusalén
143 A través de Samaria
144 En Gilboa y en la Decápolis
145 Cuatro días memorables en Cafarnaúm
146 El primer viaje de predicación por Galilea
147 Un paréntesis en su labor para visitar Jerusalén
148 Formación de los evangelistas en Betsaida
149 El segundo viaje de predicación
150 El tercer viaje de predicación
151 Estancia y enseñanzas junto al mar
152 Los sucesos que desembocaron en la crisis de Cafarnaúm
153 La crisis de Cafarnaúm
154 Últimos días en Cafarnaúm
155 Huida por el norte de Galilea
156 Estancia en Tiro y Sidón
157 En Cesarea de Filipo
158 El monte de la transfiguración
159 Viaje por la Decápolis
160 Rodán de Alejandría
161 Otras conversaciones con Rodán
162 En la fiesta de los Tabernáculos
163 La ordenación de los setenta en Magadán
164 En la fiesta de la Dedicación
165 Comienza la misión de Perea
166 Última visita al norte de Perea
167 Visita a Filadelfia
168 La resurrección de Lázaro
169 Últimas enseñanzas en Pella
170 El reino de los cielos
171 De camino a Jerusalén
172 Entrada en Jerusalén
173 Lunes en Jerusalén
174 Martes por la mañana en el templo
175 El último discurso en el templo
176 En el monte de los Olivos, a última hora de la tarde del martes
177 Miércoles, día de descanso
178 Último día en el campamento
179 La última cena
180 El discurso de despedida
181 Consejos y advertencias finales
182 En Getsemaní
183 Traición y arresto de Jesús
184 Ante el tribunal del sanedrín
185 El juicio ante Pilato
186 Justo antes de la crucifixión
187 La crucifixión
188 El tiempo en la tumba
189 La resurrección
190 Las apariciones morontiales de Jesús
191 Apariciones a los apóstoles y a otros líderes
192 Apariciones en Galilea
193 Últimas apariciones y ascensión
194 La dádiva del espíritu de la verdad
195 Tras Pentecostés
196 La fe de Jesús

Escrito 48
La vida morontial

48:0.1 (541.1) Los Dioses no pueden transformar —y de hecho no lo hacen—, mediante algún acto misterioso e imaginativo de magia, a una criatura de tosca naturaleza animal en un espíritu perfeccionado. Cuando los Creadores desean dar origen a seres perfectos, lo hacen por creación directa y primigenia, pero nunca llevan a cabo, en un solo paso, la conversión de criaturas de origen animal y material en seres de perfección.

48:0.2 (541.2) La vida morontial, que transcurre a lo largo de distintas etapas dentro de la andadura del ascendente en el universo local, es el único camino posible al alcance de los mortales materiales para poder adentrarse en el umbral del espíritu. ¿Qué magia podría albergar la muerte, la disolución material del cuerpo humano, que en un solo paso pudiera transformar de forma instantánea la mente mortal y material en un espíritu inmortal y perfeccionado? Estas creencias no son sino supersticiones que nacen de la ignorancia y de complacientes fábulas.

48:0.3 (541.3) Siempre este estado morontial transitorio media entre el estado mortal de los seres humanos supervivientes y su posterior estatus espiritual. Dicho estado intermedio de progreso en el universo varía notablemente entre las diferentes creaciones locales, pero en su misión y objetivos todas ellas son bastante similares. La organización de los mundos de las moradas y de los mundos morontiales superiores de Nebadón es bastante común en los regímenes morontiales transitorios de esta parte de Orvontón.

1. MATERIALES MORONTIALES

48:1.1 (541.4) En el universo local, los ámbitos morontiales son esferas que sirven de enlace entre el nivel material y el espiritual en los que las criaturas tienen su existencia. Esta vida morontial se conoce en Urantia desde los primeros días del príncipe planetario. En ocasiones, se ha impartido a los mortales la enseñanza de este estado de transición y el concepto, aunque de una forma distorsionada, se ha incorporado a las religiones de hoy en día.

48:1.2 (541.5) Las esferas morontiales constituyen en sí facetas transitorias por las que los mortales pasan en su camino de ascensión por los mundos de progreso del universo local. Solo los siete mundos que rodean la esfera de los finalizadores de los sistemas tienen la denominación de mundos de las moradas, si bien, son las cincuenta y seis moradas de transición del sistema, en común con las esferas superiores que están alrededor de las sedes de las constelaciones y del universo, las que ostentan la denominación de mundos morontiales. Estas creaciones son partícipes de la belleza física y de la magnificencia morontial de las esferas sedes del universo local.

48:1.3 (541.6) Todos estos mundos son esferas arquitectónicas y doblan en número de elementos a los planetas evolutivos. Al tener cien elementos físicos, estos mundos hechos a medida no solo poseen abundancia de metales pesados y cristales, sino que asimismo tienen, exactamente, cien formas de una singular composición energética llamada material morontial. Los controladores físicos mayores y los supervisores de la potencia morontial son capaces de modificar las rotaciones de las unidades primarias de la materia y de transformar al mismo tiempo tales combinaciones energéticas de tal modo que pueden crear esta nueva sustancia.

48:1.4 (542.1) La temprana vida morontial de los sistemas locales es muy parecida a la de vuestro actual mundo material, y se vuelve menos física y más verdaderamente morontial en los mundos de estudio de la constelación. Conforme avanzáis a las esferas de Lugar de Salvación, mayor es el logro de niveles espirituales.

48:1.5 (542.2) Los supervisores de la potencia morontial son capaces de llevar a efecto la unión de la energía material y de la espiritual, configurando de este modo la materialización de una forma morontial, que es receptiva a la superposición de un espíritu rector. Cuando recorréis la vida morontial de Nebadón, estos mismos pacientes y hábiles supervisores de la potencia morontial os proporcionarán, de forma sucesiva, 570 cuerpos morontiales, constituyendo cada cual una fase dentro de vuestra transformación progresiva. Desde el momento en que partís de los mundos materiales hasta que se os designa como espíritu de primera etapa en Lugar de Salvación, experimentareis exactamente 570 cambios morontiales separados, de carácter ascendente. Ocho de ellos ocurren en el sistema, setenta y uno en la constelación y 491 durante vuestra estancia en las esferas de Lugar de Salvación.

48:1.6 (542.3) En vuestros días en la carne mortal, el espíritu divino reside en vosotros, casi como algo aparte —en realidad una ocupación del hombre por parte del espíritu otorgado por el Padre Universal—. Si bien, en la vida morontial el espíritu se volverá una parte real de vuestra persona a medida que pasáis sucesivamente por las 570 transformaciones progresivas y ascendéis del estado material al estado espiritual de vida creatural.

48:1.7 (542.4) Pablo tenía conocimiento de la existencia de los mundos morontiales y de la realidad del material morontial, pues escribió: “Tienen en el cielo una mejor y más perdurable sustancia”. Y estos materiales morontiales son reales, tangibles, tal como “la ciudad asentada sobre sus cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Cada una de estas magníficas esferas es “un país mejor, esto es, celestial”.

2. LOS SUPERVISORES DE LA POTENCIA MORONTIAL

48:2.1 (542.5) Estos singulares seres se ocupan exclusivamente de la supervisión de toda actividad que conlleve una combinación operativa de las energías espirituales y las físicas o semimateriales. Atienden exclusivamente el progreso morontial. No es que asistan a los mortales en su estado de transición, sino que, más bien, posibilitan a las criaturas morontiales, en su progreso el entorno de dicha transición. Son los canales de la potencia morontial que sustentan y energizan las fases morontiales de los mundos de transición.

48:2.2 (542.6) Los supervisores de la potencia morontial son los vástagos del espíritu materno del universo local. Tienen un diseño bastante común, aunque en su naturaleza difieren según las distintas creaciones locales. Se crean para la labor específica que realizan y no precisan de formación previa alguna para asumir sus responsabilidades.

48:2.3 (542.7) La creación de los primeros supervisores de la potencia morontial es simultánea a la llegada del primer superviviente mortal a las orillas de los primeros mundos de las moradas del universo local. Se crean en grupos de mil, y se clasifican de la siguiente manera:

48:2.4 (542.8) 1. Los reguladores de las vías circulatorias. . . 400

48:2.5 (542.9) 2. Los coordinadores de los sistemas. . . 200

48:2.6 (542.10) 3. Los custodios planetarios. . . 100

48:2.7 (543.1) 4. Los controladores combinados. . . 100

48:2.8 (543.2) 5. Los estabilizadores de enlace. . . 100

48:2.9 (543.3) 6. Los resintonizadores selectivos. . . 50

48:2.10 (543.4) 7. Los registradores adjuntos. . .50

48:2.11 (543.5) Los supervisores de la potencia siempre sirven en el universo del que son nativos. Se rigen mediante la acción espiritual conjunta del Hijo del universo y del Espíritu del universo, pero, por lo demás, conforman un grupo totalmente autónomo. Mantienen sedes en cada uno de los primeros mundos de moradas de los sistemas locales, donde operan en estrecho contacto tanto con los controladores físicos como con los serafines; si bien, en cuanto a la manifestación de la energía y a su aplicación espiritual, desempeñan su actividad en su propio mundo.

48:2.12 (543.6) A veces también trabajan en relación a los fenómenos supramateriales de los mundos evolutivos en calidad de servidores, temporalmente asignados. Pero es raro que sirvan en los planetas habitados; tampoco lo hacen en los mundos formativos superiores del suprauniverso, sino que se dedican principalmente al régimen de transición determinado para el progreso morontial de un universo local.

48:2.13 (543.7) 1. Los reguladores de las vías circulatorias. Estos singulares seres coordinan la energía física y espiritual y regulan su flujo por los canales individuales de las esferas morontiales. Estas vías circulatorias son exclusivamente planetarias; se limitan a un único mundo. Las vías circulatorias morontiales son distintas, aunque complementarias, de las físicas y de las espirituales de los mundos de transición. Se precisan millones de estos reguladores para energizar incluso un sistema de mundos de morada como el de Satania.

48:2.14 (543.8) Los reguladores de las vías circulatorias impulsan esos cambios en las energías materiales que las hacen supeditarse al control y a la regulación de sus colaboradores. Estos seres además de generar potencia morontial regulan dichas vías circulatorias. Al igual que una dinamo puede parecer generar electricidad de la atmósfera, estas dinamos morontiales vivas parecen transformar las energías del espacio, presentes por doquier, en esos materiales que los supervisores morontiales tejen en los cuerpos y en las actividades de vida de los mortales ascendentes.

48:2.15 (543.9) 2. Los coordinadores de los sistemas. Al tener cada uno de los mundos morontiales un orden distinto de energía morontial, a los seres humanos les resulta extremadamente difícil visualizar estas esferas. Si bien, de forma sucesiva, en su transición en cada una de ellas, los supervivientes ascendentes, percibirán la vida vegetal y todo lo demás relativo a la existencia morontial progresivamente modificada en correspondencia con su creciente espiritualización. Y, puesto que el sistema energético de cada uno de estos mundos se individualiza de esta manera, los coordinadores actúan a fin de armonizar y combinar estos diferentes sistemas de potencia en una unidad de carácter operativo para las esferas vinculadas a algún grupo determinado.

48:2.16 (543.10) Conforme avanzan de un mundo morontial a otro, los mortales ascendentes progresan paulatinamente de lo físico a lo espiritual; de ahí la necesidad de proveerles de una escala ascendente de esferas morontiales al igual que de una escala ascendente de formas morontiales.

48:2.17 (543.11) Cuando los seres ascendentes de los mundos de las moradas pasan de una esfera a otra, los serafines transportadores los llevan a los receptores de los coordinadores de los sistemas del mundo más avanzado. Aquí, en esos excepcionales templos, en el centro de las setenta alas radiales, donde se localizan las cámaras de transición, similares a las salas de resurrección del mundo en el que se recibe inicialmente a los mortales de origen terrestre, los coordinadores de los sistemas efectúan hábilmente los necesarios cambios en la forma creatural. Se necesitan unos siete días de tiempo regular para llevar a cabo estos primeros cambios de la forma morontial.

48:2.18 (544.1) 3. Los custodios planetarios. Cada mundo morontial, desde las esferas de morada hasta las sedes del universo, está bajo la custodia —en lo que se refiere a cuestiones morontiales— de setenta guardianes, que constituyen, como autoridad morontial suprema, el consejo planetario local. Este consejo concede el material para las formas morontiales a todas las criaturas ascendentes que llegan a las esferas y da su autorización para que se efectúen aquellos cambios en la forma creatural, que hacen posible que un ascendente prosiga a la esfera siguiente. Tras recorrer los mundos de las moradas, pasaréis de una fase de vida morontial a otra sin tener que perder la conciencia. La inconsciencia acompaña solamente a las primeras metamorfosis y a las transiciones posteriores de un universo a otro y de Havona al Paraíso.

48:2.19 (544.2) 4. Los controladores combinados. En el centro de cada unidad administrativa de un mundo morontial hay siempre emplazado uno de estos seres, sumamente mecánicos. El controlador combinado es sensible a las energías físicas, espirituales y morontiales, y opera con ellas; y, en colaboración con él siempre hay dos coordinadores de los sistemas, cuatro reguladores de las vías circulatorias, un custodio planetario, un estabilizador de enlace y un archivista adjunto o un resintonizador selectivo.

48:2.20 (544.3) 5. Los estabilizadores de enlace. Regulan la energía morontial en conjunción con las fuerzas físicas y espirituales de los ámbitos morontiales. Posibilitan la conversión de la energía morontial en material morontial. Todo el sistema organizativo de la existencia morontial depende de estos estabilizadores. Reducen las rotaciones de la energía hasta ese punto en el que la materialización ocurre. Pero no hallo términos que me puedan servir para comparar o ilustrar el ministerio de estos seres. Sobrepasa por completo la imaginación humana.

48:2.21 (544.4) 6. Los resintonizadores selectivos. A medida que progresáis de un grupo o fase de un mundo morontial a otro, es necesario que se os re-afine o se os ponga en sintonía con vuestro avance, y es labor de estos resintonizadores selectivos manteneros en sincronía progresiva con la vida morontial.

48:2.22 (544.5) Aunque las formas morontiales básicas de la vida y de la materia son idénticas desde el primer mundo de morada hasta la última esfera de transición del universo, existe una progresión conveniente que se extiende, de forma gradual, desde lo material hasta lo espiritual. Vuestra adaptación a esta creación esencialmente uniforme pero cada vez más avanzada y espiritualizada se realiza mediante esta resintonización selectiva. A pesar de que seguís reteniendo la misma forma morontial, tal ajuste en los componentes del ser personal equivale a una nueva creación.

48:2.23 (544.6) Podréis presentaros a las pruebas de estos examinadores en repetidas ocasiones y, en cuanto demostréis un adecuado logro espiritual, les será un placer daros la certificación de la elevada posición conseguida. Estos cambios progresivos tienen como resultado reacciones cambiantes según el entorno morontial tales como alteraciones en las necesidades alimentarias y en numerosas otras prácticas personales.

48:2.24 (544.7) Los resintonizadores selectivos prestan igualmente un gran servicio al agrupar a los seres personales morontiales a efectos de estudio, enseñanza y otros proyectos. De manera natural, indican quiénes son los que desempeñarán una mejor labor en las relaciones de tipo temporal.

48:2.25 (544.8) 7. Los archivistas adjuntos. El mundo morontial tiene sus propios archivistas, que sirven en colaboración con los archivistas espirituales en la supervisión y custodia de los archivos y de otros datos característicos de las creaciones morontiales. Los archivos morontiales están a disposición de todos los órdenes de seres personales.

48:2.26 (545.1) Todos los mundos de transición morontial son igualmente accesibles tanto para los seres materiales como para los espirituales. Como progresadores morontiales tendréis un contacto permanente y completo con el mundo material y con los seres personales materiales, mientras podréis percibir a los seres espirituales y fraternizar cada vez más con ellos; y en el momento en que concluyáis el régimen morontial, habréis podido ver a todos los órdenes de espíritus, salvo a algunos de rango superior como los mensajeros solitarios.

3. LOS ACOMPAÑANTES MORONTIALES

48:3.1 (545.2) Estos anfitriones de los mundos de las moradas y de los mundos morontiales son vástagos del espíritu materno del universo local. Se crean de era en era, en grupos de cien mil. Actualmente, hay en Nebadón más de setenta mil millones de estos excepcionales seres.

48:3.2 (545.3) Los melquisedecs instruyen a los acompañantes morontiales para el servicio en un planeta especial cerca de Lugar de Salvación; no pasan por las escuelas centrales de los melquisedecs. Su servicio se extiende desde los mundos de las moradas de menor rango de los sistemas hasta las esferas de estudio superiores de Lugar de Salvación, pero pocas veces se les encuentra en los mundos habitados. Sirven bajo la supervisión general de los Hijos de Dios y bajo la dirección inmediata de los melquisedecs.

48:3.3 (545.4) Los acompañantes morontiales mantienen diez mil sedes en el universo local —una en cada uno de los primeros mundos de morada de los sistemas locales—. Constituyen un orden casi totalmente autónomo y, en general, forman un grupo de seres inteligentes y leales; si bien, en ocasiones, en relación con algunos lamentables disturbios celestiales, se ha sabido que se han descarriado. Miles de estas válidas criaturas se perdieron durante los tiempos de la rebelión de Lucifer en Satania. Vuestro sistema local posee ahora su contingente completo de estos seres, pero solo en los últimos tiempos se han compensado las pérdidas por dicha rebelión.

48:3.4 (545.5) Existen dos tipos distintos de acompañantes morontiales; uno es enérgico y el otro, reservado, pero, por lo demás, ambos son iguales en estatus. No son criaturas sexuales, pero manifiestan un afecto conmovedoramente hermoso el uno por el otro. Aunque difícilmente tengan ese sentido material (humano) de la camaradería, son parientes muy cercanos de las razas humanas, en cuanto a su orden de existencia como criaturas. Las criaturas intermedias de los mundos son vuestros parientes más cercanos; luego vienen los querubines morontiales y, tras ellos, los acompañantes morontiales.

48:3.5 (545.6) Los acompañantes son seres enternecedoramente afectuosos y encantadoramente sociales. Son personas muy diferentes, y cuando los conozcáis en los mundos de las moradas, una vez que hayáis aprendido a reconocerlos como grupo, pronto percibiréis su individualidad. Todos los mortales se parecen unos a otros; y, al mismo tiempo, cada uno de vosotros es una persona diferente y reconocible.

48:3.6 (545.7) Podemos extraer alguna idea de la naturaleza de la labor de estos acompañantes morontiales a partir de la siguiente clasificación de las tareas que realizan en un sistema local:

48:3.7 (545.8) 1. Los guardianes de los peregrinos no tienen un cometido específico en cuanto a su vinculación con los progresadores morontiales. Estos acompañantes son responsables de toda la andadura morontial y se encargan, por consiguiente, de coordinar el quehacer de todos los demás servidores morontiales de las criaturas en transición.

48:3.8 (546.1) 2. Los receptores de los peregrinos y acompañadores libres. Estos son los acompañantes sociales de los recién llegados a los mundos de las moradas. Uno de ellos estará de cierto disponible para daros la bienvenida cuando os despertéis de vuestro primer sueño de tránsito del tiempo en el mundo inicial de morada, cuando experimentéis la resurrección a la vida morontial tras la muerte de la carne. Y, desde el momento en que, al despertaros, se os haga este acto formal de bienvenida hasta el día en el que dejéis el universo local en calidad de espíritu de primera etapa, estos acompañantes estarán siempre con vosotros.

48:3.9 (546.1) Los acompañantes morontiales no se asignan permanentemente a los mortales ascendentes de forma individual. Un ascendente, en uno de los mundos de las moradas o de los mundos de orden superior, puede tener un acompañante diferente en varias ocasiones sucesivas o puede pasar largos períodos de tiempo sin acompañante alguno. Todo dependerá de las necesidades al igual que de la provisión de estos acompañantes.

48:3.10 (546.1) 3. Los anfitriones de los visitantes celestiales. Estas gentiles criaturas se dedican a entretener a los grupos sobrehumanos de estudiantes visitantes y de otros seres celestiales que puedan encontrarse en los mundos de transición. Tendréis muchas oportunidades de visitar cualquier mundo que ya hayáis logrado por vuestra propia experiencia. Los estudiantes visitantes cuentan con permiso para acceder a todos los planetas habitados, incluyendo aquellos en aislamiento.

48:3.11 (546.1) 4. Los coordinadores y los directores de enlace. Estos acompañantes se dedican a facilitar las interrelaciones morontiales y a prevenir la confusión. Son los instructores de la conducta social y del progreso morontial; auspician clases y otras actividades de grupo entre los mortales ascendentes. Mantienen extensas áreas en las que congregan a sus pupilos y, ocasionalmente, solicitan la ayuda de los artesanos celestiales y de los directores de reversión para realzar sus programas. A medida que vayáis progresando, tendréis un estrecho contacto con estos acompañantes y llegaréis a profesar un gran cariño a ambos grupos. Será una cuestión de azar que gocéis de la presencia de un acompañante del tipo enérgico o del reservado.

48:3.12 (546.1) 5. Los intérpretes y los traductores. Durante el comienzo de vuestra andadura en los mundos de las moradas, recurriréis con frecuencia a los intérpretes y traductores. Conocen y hablan todas las lenguas del universo local; son los lingüistas de los mundos.

48:3.13 (546.1) No adquiriréis nuevos idiomas de forma automática; allí los aprenderéis tal como lo hacéis aquí, y estos brillantes seres serán vuestros profesores de idiomas. En los mundos de las moradas estudiaréis primero la lengua de Satania y, después, la de Nebadón. Y, mientras estéis aprendiendo estas nuevas lenguas, los acompañantes morontiales serán vuestros eficientes intérpretes y traductores. En ninguno de estos mundos encontraréis jamás a un visitante que no tenga como intérprete a un acompañante morontial.

48:3.14 (546.1) 6. Los supervisores de excursiones y de reversión. Estos acompañantes estarán con vosotros en los viajes más largos a la esfera sede y a los mundos de cultura y transición que la rodean. Planifican, dirigen y supervisan todas las visitas individuales y grupales que se realizan a los mundos de formación y culturales del sistema.

48:3.15 (546.1) 7. Los custodios de superficies y edificios. Incluso las construcciones materiales y morontiales aumentan en perfección y grandiosidad, conforme avanzáis en vuestra andadura por los mundos de las moradas. Como individuos y como grupos se os está permitido realizar ciertos cambios en las residencias que se os asignen como sede durante vuestra estancia en estos diferentes mundos. Mucha de la actividad de estas esferas tiene lugar en los recintos abiertos de los llamados círculos, cuadrados y triángulos. La mayoría de las estructuras de estos mundos no tiene techo, sino que se trata de recintos magníficamente construidos y exquisitamente ornamentados. Las condiciones climáticas y otras condiciones físicas imperantes en los mundos arquitectónicos hacen que los techos sean del todo innecesarios.

48:3.16 (547.1) Estos custodios de las fases de transición de la vida ascendente gestionan de forma suprema las cuestiones de índole morontial. Se crearon para esta labor y, en espera de la efectuación del Ser Supremo, continuarán siempre siendo acompañantes morontiales; no desempeñan ningún otro cometido.

48:3.17 (547.2) A medida que los sistemas y los universos se asientan en luz y vida, cada vez más los mundos de las moradas cesan de actuar como esferas transitorias de formación morontial. Más y más los finalizadores instituyen su nuevo régimen formativo, que parece estar diseñado para transformar la conciencia cósmica desde el nivel actual del gran universo al de los futuros universos exteriores. Los acompañantes morontiales están destinados a desempeñar su labor cada vez más en colaboración con los finalizadores y en otras numerosas regiones espaciales no reveladas en este momento en Urantia.

48:3.18 (547.3) Como podéis imaginaros, estos seres contribuirán probablemente en mucho a vuestro disfrute de los mundos de las moradas, ya sea vuestra estancia larga o breve. Y continuaréis disfrutando de ellos durante toda vuestra ascensión hasta Lugar de Salvación. No son, en un sentido estricto, parte esencial de vuestra experiencia como supervivientes. Podríais alcanzar Lugar de Salvación sin ellos, pero los echaríais mucho de menos. Constituyen el gran placer personal de vuestra andadura ascendente en el universo local.

4. LOS DIRECTORES DE REVERSIÓN

48:4.1 (547.4) La alegría jubilosa y el equivalente de la sonrisa son tan universales como la música. Existe un equivalente morontial y espiritual de la alegría y de la risa. La vida ascendente se divide casi por igual entre trabajo y ocio —cese de actividad—.

48:4.2 (547.5) El esparcimiento celestial y el humor sobrenatural difieren bastante de sus análogos humanos, pero todos nos permitimos de hecho alguna forma de ambos; y realmente logran para nosotros, en nuestro estado, casi lo que el humor ideal es capaz de hacer por vosotros en Urantia. Los acompañantes morontiales, ayudados muy capazmente por los directores de reversión, son hábiles auspiciadores del ocio.

48:4.3 (547.6) Comprenderíais con más facilidad la labor de los directores de reversión si los comparásemos con las mejores clases de humoristas de Urantia, aunque resultaría un modo enormemente tosco y algo desacertado de expresar la idea del cometido de estos directores del cambio y del esparcimiento, de estos servidores del humor supremo de los mundos morontiales y espirituales.

48:4.4 (547.7) Al hablar del humor espiritual, permitidme que os diga primero lo que no es. El humor espiritual nunca acentúa los infortunios de los débiles y errados ni es jamás irreverente con la rectitud y la gloria divinas. Nuestro humor se manifiesta de acuerdo a tres categorías generales:

48:4.5 (547.8) 1. Expresiones humorísticas reminiscentes. Son ocurrencias nacidas al recordar episodios de nuestra propia experiencia de luchas, conflictos y, a veces, temor, y a menudo de una ansiedad infantil y sin sentido. Para nosotros, esta faceta humorística proviene de la profundamente arraigada y permanente capacidad de buscar en el pasado recuerdos con los que hacer más placentera y, por lo tanto, más ligera la pesada carga del presente.

48:4.6 (548.1) 2. El humor corriente. Guarda relación con la falta de sentido de mucho de lo que tan a menudo nos ocasiona serias preocupaciones y el regocijo al descubrir la insignificancia de muchas de nuestras graves ansiedades personales. Valoramos mejor esta faceta humorística cuando somos capaces de reducir las ansiedades del presente en favor de las certezas del futuro.

48:4.7 (548.2) 3. El regocijo profético. Quizás sea difícil para los mortales imaginar esta faceta humorística, pero se obtiene una peculiar satisfacción de la seguridad de que “todas las cosas ayudan a bien” —para los espíritus y los seres morontiales al igual que para los mortales—. Este aspecto del humor celestial nace de nuestra fe en los amorosos y vigilantes cuidados de nuestros superiores y en la estabilidad divina de nuestros directores supremos.

48:4.8 (548.3) Pero los directores de reversión de los mundos no se encargan exclusivamente de ilustrar el elevado humor de los distintos órdenes de seres inteligentes; también se ocupan de dirigir el divertimento, esto es, el esparcimiento espiritual y el entretenimiento morontial. En este respecto, cuentan con la entusiasta cooperación de los artesanos celestiales.

48:4.9 (548.4) Los mismos directores de reversión no son un grupo creado; son un colectivo llamado para este fin que incluye seres que van desde los nativos de Havona hasta los progresadores morontiales de los mundos evolutivos, pasando por las multitudes de mensajeros del espacio y los espíritus servidores del tiempo. Todos son voluntarios entregados a la tarea de ayudar a sus semejantes a lograr el cambio de pensamiento y el reposo mental; actitudes sumamente útiles para recuperar las energías perdidas.

48:4.10 (548.5) Cuando se está parcialmente agotado por el esfuerzo puesto en la consecución de unos objetivos y, mientras se aguarda para poder renovar las energías perdidas, se puede encontrar gratificación y deleite en revivir cosas que sucedieron en otros días y en otras eras. Sosiega rememorar nuestras experiencias tempranas como parte de la raza humana o del orden al que se pertenece. Y esa es exactamente la razón por la que estos artistas se llaman directores de reversión —ayudan a revertir la memoria a un estado de desarrollo anterior o a un estatus de nuestro ser, de menor experiencia—.

48:4.11 (548.6) Todos los seres disfrutan de este tipo de reversión salvo aquellos que son creadores innatos, de ahí que se revigoricen a sí mismos de forma automática, y otros tipos de seres sumamente especializados, tales como los centros de la potencia y los controladores físicos, que son, siempre y eternamente, completamente metódicos en todas sus reacciones. Esta liberación periódica de la tensión producida en el desempeño de responsabilidades es parte habitual de la vida en todos los mundos de todo el universo de los universos, pero no en la Isla del Paraíso. Los seres originarios de esta morada central no sufren agotamiento y, por lo tanto, no están sujetos a la re-energización. Y con dichos seres que gozan de la eterna perfección del Paraíso no puede haber tal reversión a las experiencias evolutivas.

48:4.12 (548.7) La mayoría de nosotros ha ascendido desde estadios existenciales inferiores o, dentro de nuestros propios órdenes, a través de sus niveles progresivos, y es estimulante y, en cierta medida, divertido, recordar ciertos episodios de nuestras experiencias tempranas. Da sosiego contemplar lo que pertenece al pasado de nuestro orden y que perdura en el recuerdo como posesión de la mente. El futuro significa lucha y avance; denota trabajo, esfuerzo y logro; pero el pasado tiene el regusto de las cosas que ya se han dominado y conseguido; contemplar el pasado permite relajarse y examinarse de una forma tan despreocupada como para suscitar en nosotros alegría espiritual, al igual que un estado morontial de mente que raya en el júbilo.

48:4.13 (548.8) Hasta el humor humano se vuelve más amable cuando ilustra circunstancias relacionadas con un estado de desarrollo algo anterior al que se tiene en ese momento o cuando describe a seres pretendidamente superiores como víctimas de experiencias con frecuencia asociadas a los que supuestamente son inferiores. Vosotros, habitantes de Urantia, habéis permitido que mucho de lo que es a la vez ofensivo y cruel se llegue a confundir con vuestro humor, pero, de manera general, se os podría felicitar por tener un sentido del humor relativamente agudo. Algunas de vuestras razas poseen una gran disposición para el humor, lo que le sirve de enorme ayuda en sus andaduras terrenales. Es evidente que habéis recibido una gran parte de este humor del legado adánico, mucho más del que habéis obtenido en este sentido en el terreno de la música o del arte.

48:4.14 (549.1) Durante los momentos de esparcimiento, durante esos momentos en los que sus habitantes evocan recuerdos estimulantes de un estadio existencial inferior, toda Satania se ve iluminada por el placentero humor de un colectivo de directores de reversión procedentes de Urantia. El sentido de humor celestial siempre nos acompaña, incluso si nos hallamos involucrados en las tareas más difíciles. Previene el enaltecimiento exacerbado de nuestra propia importancia. Pero no nos damos rienda suelta, esto es “lo pasamos bien”, salvo cuando estamos en un período de receso de las serias responsabilidades de nuestros respectivos órdenes.

48:4.15 (549.2) Cuando tenemos la tentación de caer en el envanecimiento de nosotros mismos, si nos detenemos a contemplar la infinitud de la grandeza y magnificencia de nuestros hacedores, nuestro engreimiento se torna un absoluto sinsentido, que raya incluso en lo cómico. Una de los cometidos del humor es la de ayudarnos a todos a tomarnos menos en serio. El humor es el antídoto divino contra la exaltación del ego.

48:4.16 (549.3) La necesidad de expansionarse y entretenerse mediante el humor es mayor en aquellos órdenes de seres ascendentes que se encuentran sujetos a una tensión constante debido a su lucha por avanzar. Los dos extremos de la vida tienen poca necesidad de divertimento. Los hombres primitivos no tienen aptitud para este y los seres perfectos del Paraíso no lo precisan. Las multitudes de Havona componen, de manera natural, un conjunto jubiloso y regocijante de seres personales supremamente felices. En el Paraíso, la calidad de la adoración hace innecesaria las actividades de reversión. Pero, entre aquellos que comienzan sus andaduras muy por debajo de la meta de perfección del Paraíso, hay un gran espacio para el ministerio de los directores de reversión.

48:4.17 (549.4) A mayor elevación de las especies humanas, mayor será la tensión y mayor su aptitud para el humor, al igual que su necesidad de recurrir a él. En el mundo del espíritu lo contrario es cierto: cuanto más ascendamos menor es la necesidad de buscar esparcimiento en las experiencias de reversión. Pero al descender en la escala de la vida espiritual desde el Paraíso hasta las multitudes seráficas, existe una necesidad creciente para la misión de la alegría y el ministerio del júbilo. Aquellos seres que más precisan del estímulo de la reversión periódica al estado intelectual de experiencias anteriores son los órdenes superiores de las especies humanas, los seres morontiales, los ángeles y los hijos materiales, junto con todos los órdenes similares de seres personales.

48:4.18 (549.5) El humor obra como una válvula automática de seguridad que evita la acumulación de excesivas tensiones debido a la monotonía de una contemplación seria y prolongada de uno mismo, en conjunción con la intensa lucha por lograr progreso en nuestro desarrollo y alcanzar unos nobles objetivos. El humor actúa también haciendo decrecer nuestra conmoción por el efecto inesperado de algún hecho o de alguna verdad, de algún hecho firmemente inflexible y de alguna verdad flexible y siempre viva. El ser personal humano, nunca seguro de con qué se va a encontrar, rápidamente capta mediante el humor —entiende el porqué y adquiere conocimiento— la naturaleza inesperada de la situación, sea esta hecho o verdad.

48:4.19 (549.6) Aunque el humor de Urantia es extremadamente tosco y escasamente artístico, sí desempeña un valioso servicio tanto como garantía de salud como para liberar la tensión emocional, previniendo así un estado nervioso perjudicial y una contemplación demasiado seria de uno mismo. El humor y el ocio —el esparcimiento— no surgen como reacciones a un continuado esfuerzo futuro; son siempre los ecos de una mirada atrás, de una reminiscencia del pasado. También en Urantia y tal como sois ahora, siempre os ha resultado revitalizante cuando, por un breve período de tiempo, habéis podido hacer una pausa en el ejercicio de tareas nuevas y de índole intelectual superior y habéis recordado las actividades más simples de vuestros antepasados.

48:4.20 (550.1) Los principios en los que se sustenta el ocio en Urantia están bien fundados, filosóficamente hablando, y se continuarán aplicando a lo largo de vuestra vida de continuo ascenso hasta las orillas eternas del Paraíso, pasando por las vías circulatorias de Havona. Como seres ascendentes, estáis en posesión de los recuerdos personales de todas las etapas anteriores de vuestras existencias y, sin esta evocación del pasado, que conforma vuestra identidad, el humor del presente, ya se trate de la risa humana o de la alegría morontial, no tendría fundamento. Es esta rememoración de las experiencias pasadas la que constituye la base del divertimento y el entretenimiento del momento presente. Así, durante toda vuestra larga andadura como mortales y, después, como seres cada vez más espirituales, disfrutaréis de los equivalentes celestiales de vuestro humor terrestre. Y esa parte de Dios (el modelador), que se convierte en una parte eterna del ser personal del mortal ascendente, confiere los matices de divinidad a las expresiones de regocijo, incluso de risa espiritual, de las criaturas ascendentes del tiempo y del espacio.

5. LOS MAESTROS DE LOS MUNDOS DE LAS MORADAS

48:5.1 (550.2) Los maestros de los mundos de las moradas constituyen un colectivo de querubines y sanobines solitarios pero glorificados. Cuando un peregrino del tiempo avanza desde un mundo probatorio del espacio hasta los mundos de las moradas y los mundos correlacionados de formación morontial va acompañado de su serafín personal o grupal: el guardián del destino. En los mundos donde transcurre la existencia mortal, el serafín cuenta con la hábil ayuda de los querubines y sanobines; pero cuando su pupilo mortal se libera de las ataduras de la carne e inicia su camino ascendente, cuando comienza la vida posmaterial o morontial, el serafín que lo atendía deja de necesitar los servicios de sus anteriores asistentes, el querubín y el sanobín.

48:5.2 (550.3) Estos asistentes, a los que el serafín ha dejado de necesitar a su servicio, son, con frecuencia, convocados a la sede central del universo. Allí reciben la afectuosa acogida del espíritu materno del universo y continúan después a las esferas de formación del sistema, en calidad de maestros de los mundos de las moradas. A menudo, dichos maestros visitan los mundos materiales y desempeñan su labor desde los mundos de las moradas de índole inferior hasta las más elevadas esferas educativas vinculadas a la sede del universo. A petición propia, pueden retornar a su anterior tarea al servicio de los serafines.

48:5.3 (550.4) En Satania, hay muchos miles de millones de estos maestros, y su número aumenta de forma constante porque, en la mayoría de los casos, cuando un serafín continúa su ascenso al interior con el mortal fusionado con el modelador, tanto el querubín como el sanobín quedan atrás.

48:5.4 (550.5) Como sucede con la mayoría de los otros instructores, son los melquisedecs los que designan a los maestros de los mundos de las moradas. En general, están bajo la dirección de los acompañantes morontiales, pero como seres individuales y como instructores se hallan bajo la supervisión de los jefes en funciones de las escuelas o esferas en las que puedan ejercer como instructores.

48:5.5 (550.6) Estos querubines de avanzado grado de excelencia trabajan normalmente en parejas, tal como lo hacían cuando estaban unidos al serafín. Están, por naturaleza, muy próximos al orden morontial de existencia y son maestros innatamente comprensivos de los mortales ascendentes; dirigen, con gran eficiencia, el plan de formación del mundo de morada y el sistema de instrucción morontial.

48:5.6 (551.1) En las escuelas de la vida morontial, los mencionados maestros imparten su enseñanza de forma individual, grupal, por clases y colectiva. En los mundos de las moradas, estas escuelas están organizadas en tres grupos generales de cien divisiones cada uno: las escuelas de pensamiento, las escuelas de sentimiento y las escuelas de acción. Cuando llegáis a la constelación, se añaden las escuelas de ética, de administración y de adaptación social. En los mundos de la sede central del universo, os incorporaréis a las escuelas de filosofía, divinidad y espiritualidad pura.

48:5.7 (551.2) Aquellas cosas que podríais haber aprendido en la tierra pero que no conseguisteis hacerlo se han de aprender bajo la tutela de estos fieles y pacientes maestros. No existen caminos reales, atajos ni senderos fáciles para llegar al Paraíso. Con independencia de las variaciones individuales del itinerario, debéis dominar las materias que se imparten en una esfera antes de continuar a la siguiente; al menos, esto es así una vez que dejáis el mundo en el que nacisteis.

48:5.8 (551.3) Uno de los objetivos de la andadura morontial es erradicar de forma permanente los rasgos animales que quedan como vestigios en los supervivientes mortales tales como la falta de resolución, la carencia de compromiso, la insinceridad, la evitación de problemas, la arbitrariedad y la búsqueda de lo fácil. Durante la vida en los mundos de las moradas, se imparte pronto a los jóvenes pupilos morontiales la enseñanza de que posponer algo no significa, de ninguna manera, evitar hacerlo. Tras la vida en la carne, no se puede disponer del factor tiempo como modo de evadir situaciones o eludir obligaciones incómodas.

48:5.9 (551.4) Los maestros de los mundos de las moradas comienzan su servicio en las esferas de estancia de inferior orden y avanzan, mediante la experiencia, por las esferas educativas del sistema y de la constelación hasta llegar a los mundos formativos de Lugar de Salvación. No están sometidos a ningún entrenamiento específico ni antes ni después de ser acogidos por el espíritu materno del universo. Ya se capacitaron para desempeñar su labor durante el servicio que llevaron a cabo como colaboradores seráficos en los mundos nativos de sus pupilos, residentes ahora en los mundos de las moradas. En los mundos habitados, tuvieron un conocimiento real de estos mortales evolutivos; son maestros prácticos y compasivos, instructores sabios y comprensivos y guías capaces y eficaces. Están enteramente familiarizados con el plan dispuesto para los ascendentes y poseen una gran experiencia en las fases iniciales de su camino de progreso.

48:5.10 (551.5) Muchos de estos maestros de más experiencia, aquellos que han servido por mucho tiempo en los mundos de las vías circulatorias de Lugar de Salvación, son de nuevo acogidos por el espíritu materno del universo y, de este segundo acogimiento, estos querubines y sanobines emergen en rango de serafín.

6. LOS SERAFINES DE LOS MUNDOS MORONTIALES: LOS SERVIDORES DE LAS CRIATURAS EN TRANSICIÓN

48:6.1 (551.6) Aunque todos los órdenes de ángeles, desde los ayudantes planetarios hasta los serafines supremos, prestan sus servicios en los mundos de las moradas, son los servidores de las criaturas en transición los que están asignados con mayor exclusividad a este quehacer. Estos ángeles pertenecen al sexto orden de servidores seráficos, y su ministerio consiste en facilitar el tránsito de las criaturas materiales y mortales desde la vida temporal en la carne hasta las primeras etapas de la existencia morontial de estos siete mundos.

48:6.2 (551.7) Debéis comprender que, en realidad, la vida morontial del mortal ascendente tiene sus inicios en los mundos habitados, en el momento en el que se forja el alma, en ese instante en el que el modelador espiritual acude a habitar en la mente de la criatura de estatus moral. Y, desde ese momento en adelante, el alma del mortal adquiere potencialmente la capacidad para obrar en niveles sobrenaturales, incluso para ser reconocida en los niveles superiores de las esferas morontiales del universo local.

48:6.3 (552.1) Sin embargo, no seréis conscientes del ministerio de estos serafines hasta que no lleguéis a los mundos de las moradas, en donde desempeñan una incansable labor para facilitar el avance de sus pupilos mortales. Se asignan al servicio en las siete divisiones siguientes:

48:6.4 (552.2) 1. Los evangelistas seráficos. En el momento en el que recobráis la conciencia en los mundos de las moradas, figuráis en los registros del sistema como espíritus evolutivos. Es cierto que aún no tenéis condición de verdaderos espíritus, pero ya no sois seres mortales o materiales; habéis emprendido una andadura de índole preespiritual y se os ha admitido debidamente a la vida morontial.

48:6.5 (552.3) En los mundos de las moradas, los evangelistas seráficos os ayudarán a elegir certeramente entre las distintas rutas alternativas para Edentia, Lugar de Salvación, Uversa y Havona. Si existen varias de ellas igualmente aconsejables, se os presentarán ante vosotros para que podáis optar por la que más atractiva os resulte. Estos serafines, entonces, presentan sus recomendaciones a los veinticuatro asesores de Jerusem sobre la trayectoria más conveniente a tomar por cada una de las almas ascendentes.

48:6.6 (552.4) No se os da la posibilidad de escoger incondicionalmente vuestro futuro rumbo, pero sí podréis hacer vuestra elección dentro de los límites de aquello, que los servidores de las criaturas en transición y sus superiores han dispuesto sensatamente como el más idóneo para vuestros futuros logros espirituales. El mundo espiritual se gobierna por el principio de respeto a vuestra libre voluntad, siempre que la vía por la que optéis no sea en vuestro propio detrimento ni en perjuicio de vuestros compañeros.

48:6.7 (552.5) Estos evangelistas seráficos se dedican a anunciar el evangelio del eterno progreso, el celebrado triunfo de lograr la perfección. En los mundos de las moradas, los evangelistas proclaman la gran ley de la preservación y el predominio de la bondad: Ningún acto bueno se pierde del todo; puede verse obstaculizado durante mucho tiempo pero jamás queda anulado por completo, y es eternamente efectivo en razón a la divinidad que lo motiva.

48:6.8 (552.6) También en Urantia, estos evangelistas aconsejan a los maestros humanos de la verdad y la rectitud a que se adhieran a la predicación de “la bondad de Dios, que te guía al arrepentimiento”, para proclamar “el amor de Dios, que echa fuera todo temor”. Estas verdades se han anunciado en vuestro mundo:

48:6.9 (552.7) Los Dioses son mis custodios; no me perderé;

48:6.10 (552.8) de la mano me conducirán por los bellos y gloriosos senderos reconfortantes de la vida eterna.

48:6.11 (552.9) Ante esta presencia divina no me faltará el alimento ni tendré sed de agua.

48:6.12 (552.10) Aunque descienda al valle de la incertidumbre o ascienda a los mundos de la duda,

48:6.13 (552.11) aunque camine en soledad o con mis semejantes,

48:6.14 (552.12) aunque triunfe en los coros de la luz o flaquee en los lugares solitarios de las esferas,

48:6.15 (552.13) tu buen espíritu me asistirá y tu ángel glorioso me confortará.

48:6.16 (552.14) Aunque descienda a las profundidades de la oscuridad y de la muerte misma,

48:6.17 (552.15) no dudaré de ti, ni te temeré,

48:6.18 (552.16) Porque sé que en la plenitud de los tiempos y en la gloria de tu nombre,

48:6.19 (552.17) me elevarás hasta sentarme junto a ti en las altas almenas.

48:6.20 (553.1) Este fue el relato susurrado al pastorcillo durante la noche. No pudo memorizarlo palabra por palabra, pero, recordándolo lo mejor que pudo, lo transmitió casi como ha quedado hoy en día.

48:6.21 (553.2) Estos serafines son también los evangelistas de la buena nueva del logro de la perfección para todo el sistema al igual que para el mortal ascendente de forma individual. Incluso en este momento, en el joven sistema de Satania, sus enseñanzas y planes incluyen medidas para esas eras futuras en las que los mundos de las moradas cesarán de servir a los ascendentes mortales como trampolines para llegar a las esferas de arriba.

48:6.22 (553.3) 2. Los intérpretes de las razas. No todas las razas de los seres mortales son semejantes. Es cierto que existe un modelo planetario que se manifiesta en las naturalezas y tendencias físicas, mentales y espirituales de las diversas razas de un determinado mundo; pero también hay tipos raciales diferenciados y tendencias sociales muy claras que caracterizan a la progenie de estos distintos tipos básicos de seres humanos. En los mundos del tiempo, los intérpretes seráficos de las razas prosiguen los esfuerzos de los comisionados de las razas para armonizar sus diversos puntos de vista y continúan actuando en los mundos de las moradas, en los que estas mismas diferencias tienden, en cierta medida, a persistir. En un confuso planeta, como lo es Urantia, estos brillantes seres apenas han dispuesto de oportunidades claras para poder desempeñar su cometido, pero son los hábiles sociólogos y los inteligentes asesores étnicos del primer cielo.

48:6.23 (553.4) Deberíais reflexionar sobre el enunciado “el cielo” y “el cielo de los cielos”. El cielo imaginado por la mayoría de vuestros profetas era el primero de los mundos de las moradas del sistema local. Cuando el apóstol habló de ser “arrebatado hasta el tercer cielo”, se refería a aquel momento en el que su modelador se separó de él durante el sueño y, en ese inusual estado, se vio proyectado al tercero de los siete mundos de las moradas. Algunos de vuestros sabios tuvieron la visión de un cielo más grande, “el cielo de los cielos”, en el que el primero se refería a la percepción de los séptuplos mundos de las moradas; el segundo, a Jerusem; el tercero, a Edentia y sus satélites; el cuarto, a Lugar de Salvación y las esferas educativas que lo rodean; el quinto, a Uversa; el sexto, a Havona; y el séptimo, al Paraíso.

48:6.24 (553.5) 3. Los planificadores de la mente. Estos serafines se dedican a agrupar convenientemente a los seres morontiales y a organizar su trabajo en equipo en los mundos de las moradas. Son los psicólogos del primer cielo. La mayoría de los miembros de este grupo especial de servidores seráficos ha tenido experiencia previa en calidad de ángeles guardianes de los hijos del tiempo, pero sus pupilos, por alguna razón, no lograron adquirir el estado personal en los mundos de las moradas o pudieron sobrevivir, de otro modo, mediante la fusión con el Espíritu.

48:6.25 (553.6) La tarea de los planificadores de la mente consiste en estudiar la naturaleza, la experiencia y la condición de las almas fusionadas con el modelador en su tránsito por los mundos de las moradas y facilitar su agrupamiento en razón de cometidos y progreso. Estos planificadores de la mente no traman nada ni manipulan, ni se aprovechan de manera alguna de la ignorancia o de otras limitaciones de los estudiantes de estos mundos. Son totalmente ecuánimes y sumamente justos. Respetan vuestra recién nacida voluntad morontial; os consideran seres volitivos autónomos y tratan de estimular en vosotros un rápido desarrollo y avance. Estáis aquí frente a verdaderos amigos y asesores que os comprenden, ángeles que son realmente capaces de ayudaros “a veros a vosotros mismos como los demás os ven” y “a conoceros tal como los ángeles os conocen”.

48:6.26 (553.7) También en Urantia, estos serafines imparten la perpetua verdad: si tu propia mente no te sirve de mucho, puedes cambiarla por la mente de Jesús de Nazaret, que siempre te servirá bien.

48:6.27 (554.1) 4. Los asesores morontiales. Estos serafines se llaman así porque se encargan de la enseñanza, dirección y asesoramiento de los mortales supervivientes de los mundos de origen humano, de esas almas en tránsito hacia las escuelas superiores de la sede del sistema. Son los maestros de aquellos que buscan conocer la unidad experiencial subyacente en los diferentes niveles de la vida, aquellos que intentan integrar los contenidos y unificar los valores. Tal es la labor de la filosofía en la vida mortal y de la mota en las esferas morontiales.

48:6.28 (554.2) La mota es más que una filosofía de índole superior; es para la filosofía lo que los dos ojos son en relación a uno solo; posee un efecto estereoscópico sobre los contenidos y los valores. El hombre material ve el universo, por así decirlo, con un único ojo —plano—. Los estudiantes de los mundos de las moradas adquieren perspectiva cósmica —profundidad— al superponer su percepción de la vida morontial sobre su percepción de la vida física. Y consiguen definir con claridad estos puntos de vista materiales y morontiales, en buena medida, gracias al incansable ministerio de estos asesores seráficos, que tan pacientemente imparten sus enseñanzas a los estudiantes de los mundos de las moradas y a los progresadores morontiales. Muchos de estos asesores educativos, pertenecientes al orden supremo de los serafines, comenzaron su andadura en calidad de asesores de las almas recién liberadas de los mortales del tiempo.

48:6.29 (554.3) 5. Los técnicos. Son los serafines que ayudan a los nuevos seres ascendentes a adaptarse al medio ambiente, nuevo y relativamente extraño, de las esferas morontiales. La vida en los mundos de transición supone un contacto real con las energías y los materiales tanto de los niveles físicos como de los morontiales y, hasta cierto punto, con las realidades espirituales. Los ascendentes deben adaptarse a cada uno de los nuevos niveles morontiales y, en todo ello, cuentan con la gran ayuda de los técnicos seráficos. Estos serafines obran como enlaces con los supervisores de la potencia morontial y con los controladores físicos mayores y actúan, mayormente, en calidad de instructores de los peregrinos ascendentes en lo que se refiere a la naturaleza de esas energías utilizadas en las esferas de transición. Sirven como surcadores del espacio en casos de emergencias y tienen, además, numerosos otros cometidos tanto de orden regular como especial.

48:6.30 (554.4) 6. Los maestros-archivistas. Estos serafines son los archivistas del proceso de interacción existente en la zona limítrofe entre lo espiritual y lo físico, de la relación de hombres y ángeles, de la actividad morontial de los mundos de inferior rango del universo. También sirven en calidad de instructores de métodos de registro, eficientes y efectivos, de hechos acaecidos. Recoger y coordinar datos conexos de forma inteligente es un arte, y este arte se realza en colaboración con los artesanos celestiales, e incluso los ascendentes mortales consiguen así estrechar sus vínculos con los serafines archivistas.

48:6.31 (554.5) Los archivistas de todos los órdenes seráficos dedican cierta cantidad de tiempo a educar y formar a los progresadores morontiales. Estos custodios angélicos de los hechos del tiempo son los perfectos instructores de todos los que buscan informarse de tales hechos. Antes de abandonar Jerusem, estaréis bastante familiarizados con la historia de Satania y de sus 619 mundos habitados, y son los archivistas seráficos los que os darán a conocer una gran parte de ella.

48:6.32 (554.6) Todos estos ángeles son parte de una serie de archivistas que se extiende desde los custodios de menor rango de los hechos del tiempo y de las verdades de la eternidad hasta los de mayor rango. Algún día os enseñarán a buscar verdades al igual que hechos, a expandir vuestra alma al igual que vuestra mente. Incluso ahora deberíais aprender a regar el jardín de vuestro corazón al mismo tiempo que os aventuráis en los áridos senderos del conocimiento. Las formas no tienen valor cuando se han aprendido las lecciones. No nace polluelo sin cascarón, y ningún cascarón tiene valor alguno una vez que el polluelo ha nacido. Pero a veces el error es de tal envergadura que rectificarlo mediante la revelación podría ser fatal para esas verdades que emergen lentamente, y que son esenciales para derribar el error mediante la experiencia. Cuando los niños tienen sus ideales, no se los quitéis; dejadlos que crezcan. Y, mientras aprendéis a pensar como hombres, también deberíais aprender a orar como niños.

48:6.33 (555.1) La ley es la vida misma y no las reglas de su conducta. El mal es una transgresión de la ley, no una violación de las reglas de conducta relativas a la vida, que es la ley. La falsedad no es una cuestión de técnica narrativa sino un acto premeditado de perversión de la verdad. La creación de imágenes nuevas a partir de hechos pasados, la reafirmación de la vida paterna en la vida de los vástagos: estos son triunfos hermosos y creativos de la verdad. La sombra del giro de un cabello, premeditada con algún fin desleal, la más leve deformación o perversión de unos principios elementales: estas cosas constituyen falsedad. Pero el fetiche de la verdad convertida en meros hechos, de la verdad fosilizada, de la atadura de hierro de la llamada verdad invariable, os tiene asidos ciegamente en el círculo cerrado de los fríos datos. Técnicamente, se puede estar correctos en cuanto a los hechos y, no obstante, errar eternamente en cuanto a la verdad.

48:6.34 (555.2) 7. Las reservas de serafines servidores. En el primer mundo de morada se mantiene un gran colectivo de todos los órdenes de estos serafines. De entre todos los órdenes de serafines, los servidores de las criaturas en transición, son, tras los guardianes del destino, los que más próximos están a los humanos. Con ellos pasaréis muchos de vuestros momentos de ocio. A los ángeles les complace servir y, a menudo, cuando no están asignados a algún servicio, se prestan como voluntarios para realizarlo. En el alma de muchos ascendentes mortales prende por primera vez el fuego divino de la voluntad de servir gracias a su amistad personal con los servidores voluntarios de las reservas seráficas.

48:6.35 (555.3) De ellos aprenderéis a dejar que la tensión se transforme en estabilidad y certidumbre; a ser fieles y determinados y, sin embargo, alegres; a aceptar los retos sin quejas y a enfrentaros a las dificultades e incertidumbres sin temor. Os preguntarán: Si fracasáis, ¿os levantaréis para perseverar de nuevo? Si triunfáis, ¿mantendréis vuestro aplomo —vuestra actitud estable y espiritualizada—, mientras os esforzáis en la larga lucha por romper las cadenas de la inercia material, por lograr la libertad de la existencia espiritual?

48:6.36 (555.4) Incluso como los mortales, estos ángeles han sido igualmente objeto de muchas decepciones, y os harán saber que, a veces, vuestras decepciones más frustrantes se han convertido en vuestras mayores bendiciones. A veces la semilla que se planta necesita morir, como vuestras esperanzas más preciadas, antes de que pueda renacer para dar los frutos de una nueva vida y de una nueva oportunidad. Y de ellos aprenderéis a sufrir menos pesadumbre y decepciones, primero, haciendo menos planes personales en relación a otras personas y, luego, una vez que hayáis cumplido fielmente con vuestro deber, aceptando vuestra suerte.

48:6.37 (555.5) Aprenderéis que aumentáis vuestra carga y disminuís vuestra posibilidad de éxito si os tomáis demasiado en serio. Nada puede tener prioridad sobre la tarea a realizar en la esfera que os corresponde por estatus —en este mundo o en el próximo—. La labor de prepararse para la siguiente esfera de orden superior es muy importante, pero nada iguala la importancia de la que tenéis que hacer en el mundo en el que vivís en este momento. Pero aunque la tarea es importante, el yo no lo es. Cuando os sentís importantes, perdéis energía por el desgaste de conservar la dignidad del ego, de manera que resta poca para abordar vuestra propia tarea. La importancia que uno se da a sí mismo, en lugar de la importancia que se da a la tarea, agota a las criaturas inmaduras; es el elemento del ego el que agota y no el esfuerzo por alcanzar unos logros. Podéis llevar a cabo una labor importante si no os dais importancia a vosotros mismos; podríais hacer varias cosas tan fácilmente como una sola, si os dejaseis fuera a vosotros mismos. La variedad tranquiliza; la monotonía es lo que cansa y agota. Todos los días son iguales —o bien la vida o la alternativa de la muerte—.

7. LA MOTA MORONTIAL

48:7.1 (556.1) Los planos inferiores de la mota morontial enlazan directamente con los niveles superiores de la filosofía humana. En el primer mundo de morada, se acostumbra a impartir la enseñanza de la mota a los estudiantes menos avanzados mediante un método de paralelismos, o sea, en una columna se exponen los conceptos más sencillos de los significados de la mota y, en la columna contraria, se citan enunciados análogos de la filosofía humana.

48:7.2 (556.2) No hace mucho tiempo, mientras realizaba una misión en el primer mundo de morada de Satania, se me presentó la ocasión de observar este método de enseñanza; y, aunque no puedo exponer el contenido de la lección en mota, sí se me permite dejar constancia de los veintiocho enunciados de la filosofía humana que este instructor morontial estaba utilizando a modo de ilustración para ayudar a estos nuevos habitantes del mundo de morada, en sus primeros intentos por captar la relevancia y el contenido de la mota. Los enunciados que servían de ilustración de la filosofía humana eran:

48:7.3 (556.3) 1. Mostrar algún talento especial no significa estar en posesión de aptitudes espirituales. El ingenio no es un sustituto del verdadero carácter.

48:7.4 (556.4) 2. Pocas personas viven a la altura de la fe que realmente tienen. El miedo irracional es un fraude intelectual de gran envergadura que atenta contra el alma del mortal en evolución.

48:7.5 (556.5) 3. No se pueden sobrepasar las capacidades que nos son inherentes. Una botella de medio litro no tiene capacidad para albergar un litro. No se pueden forzar las nociones espirituales de modo mecánico dentro del molde de la memoria material.

48:7.6 (556.6) 4. Pocos mortales se atreven jamás a beneficiarse de forma alguna de todos los méritos que como ser personal les brinda el ministerio combinado de la naturaleza y de la gracia. La mayoría de las almas empobrecidas son, en este sentido, verdaderamente ricas, pero se niegan a creerlo.

48:7.7 (556.7) 5. Las dificultades pueden suponer un reto para la persona común y hacer fracasar al temeroso, pero no son sino un estímulo para los verdaderos hijos de los Altísimos.

48:7.8 (556.8) 6. Disfrutar de privilegios sin abuso, hacer uso de una libertad sin libertinaje, poseer poder y negarse categóricamente a utilizarlo para el engrandecimiento propio: estos son los signos de una civilización elevada.

48:7.9 (556.9) 7. En el cosmos no acontecen accidentes por azar o imprevistos. Tampoco los seres celestiales asisten a los seres de inferior rango que se niegan a actuar acorde con la luz de la verdad que está en ellos.

48:7.10 (556.10) 8. El esfuerzo no siempre produce alegría, pero sin esfuerzo inteligente no hay felicidad.

48:7.11 (556.11) 9. La acción resulta en fuerza; la moderación, en fascinación.

48:7.12 (556.12) 10. La rectitud hace sonar los acordes armónicos de la verdad, y la melodía reverbera por todo el cosmos hasta lograr incluso el reconocimiento del Infinito.

48:7.13 (556.13) 11. El débil posterga las decisiones, pero el fuerte actúa. La vida no es sino un día de trabajo —hacedlo bien—. Los actos son nuestros; las consecuencias, de Dios.

48:7.14 (556.14) 12. La mayor aflicción del cosmos es no haber estado nunca afligido. Los mortales solo adquieren sabiduría experimentando tribulaciones.

48:7.15 (556.15) 13. Las estrellas se perciben mejor desde el solitario aislamiento de las profundidades experienciales que desde las cumbres iluminadas y exultantes de las montañas.

48:7.16 (556.16) 14. Estimulad la sed de verdad de los que están próximos a vosotros; dad consejos solamente cuando se os pidan.

48:7.17 (557.1) 15. La afectación es el descabellado intento de los ignorantes por parecer sabios, la pretensión del alma yerma por parecer opulenta.

48:7.18 (557.2) 16. No podéis percibir las verdades espirituales hasta que no la sintáis vivencialmente y muchas de ellas no se sienten realmente salvo en la adversidad.

48:7.19 (557.3) 17. La ambición es nociva hasta que no alcanza un grado sumo de socialización. No adquirís en verdad virtud alguna hasta que vuestros actos no os hagan merecedores de ella.

48:7.20 (557.4) 18. La impaciencia emponzoña el espíritu; la ira es como una piedra que se arrojara a un nido de avispas.

48:7.21 (557.5) 19. Dejad atrás la ansiedad. Las decepciones más difíciles de soportar son las que nunca llegan.

48:7.22 (557.6) 20. Solo un poeta es capaz de percibir poesía en el prosaísmo de la existencia rutinaria.

48:7.23 (557.7) 21. La elevada misión de cualquier arte es prefigurar, mediante la creación de ilusiones, la realidad superior del universo, es cristalizar las emociones del tiempo en el pensamiento de la eternidad.

48:7.24 (557.8) 22. El alma evolutiva no se vuelve divina por lo que hace, sino por lo que procura hacer.

48:7.25 (557.9) 23. La muerte no ha añadido nada al bagaje intelectual ni a los dones espirituales, pero sí ha añadido, al estatus experiencial, la conciencia de la supervivencia.

48:7.26 (557.10) 24. El destino de la eternidad se determina en cada momento por los logros de la vida diaria. Los actos de hoy conforman el destino de mañana.

48:7.27 (557.11) 25. La grandeza no reside tanto en poseer fuerza como en hacer un uso sensato y divino de esta.

48:7.28 (557.12) 26. El conocimiento solamente se posee al compartirlo; está salvaguardado por la sabiduría y se socializa mediante el amor.

48:7.29 (557.13) 27. El progreso exige el desarrollo de la individualidad; lo general busca perpetuarse en la normalización.

48:7.30 (557.14) 28. Los argumentos en defensa de cualquier proposición son inversamente proporcionales a la verdad que contiene.

48:7.31 (557.15) Esta es la tarea de los principiantes del primer mundo de morada, mientras que los pupilos más avanzados de los mundos siguientes van adquiriendo dominio sobre los niveles superiores de percepción cósmica y mota morontial.

8. LOS PROGRESADORES MORONTIALES

48:8.1 (557.16) Desde el momento en el que culminan su formación en los mundos de las moradas hasta que logran el estatus espiritual en su andadura en el suprauniverso, se denomina progresadores morontiales a los ascendentes. Vuestro paso por esta maravillosa vida fronteriza será una experiencia inolvidable, un recuerdo fascinante. En un sentido evolutivo, es el portal a la vida espiritual y al logro final de la perfección como criaturas a través de los que los ascendentes alcanzan el objetivo del tiempo: hallar a Dios en el Paraíso.

48:8.2 (557.17) Existe un propósito inequívoco y divino en todo este sistema morontial y, posteriormente, espiritual diseñado para el progreso de los mortales, en esta compleja escuela, en el universo, de formación de criaturas ascendentes. Es la intención de los creadores proporcionar a las criaturas del tiempo una oportunidad escalonada de alcanzar el dominio de los detalles del funcionamiento y de la gobernación del gran universo, y este prolongado programa de formación se lleva a cabo, del mejor modo, haciendo que los mortales supervivientes escalen de forma gradual y realmente participen en cada paso de esta ascensión.

48:8.3 (558.1) El plan de supervivencia dispuesto para los mortales tiene un objetivo práctico y útil. No sois los destinatarios de toda esta labor divina y de toda esta esmerada formación solamente para que podáis sobrevivir y gozar de una dicha sin fin y de una calma eterna. El objetivo es la realización de un servicio supremo que se oculta tras el horizonte de la actual era del universo. Si los Dioses hubiesen querido llevaros sencillamente a una larga y eterna excursión de placer, ciertamente no hubiesen transformado, en tan gran medida, el universo completo en una inmensa y compleja escuela de formación práctica, solicitando a una gran parte sustancial de la creación celestial que acudiera en calidad de maestros e instructores, y luego pasar era tras era guiándoos, uno a uno, por tal gigantesca escuela formativa de la experiencia. Fomentar el sistema diseñado para el progreso de los mortales parece ser una de las principales ocupaciones del presente universo organizado, y la mayoría de los innumerables órdenes de inteligencias creadas está implicada, de forma directa o indirecta, en dar impulso a alguna fase de este plan progresivo de perfección.

48:8.4 (558.2) Al ascender en la escala de la vida desde el hombre mortal hasta llegar al acogimiento de la Deidad, realmente, y dentro de los límites de la presente era del universo, vivís la vida misma de cada una de las posibles facetas y etapas en la senda de perfección de la existencia creatural. Desde el hombre mortal hasta el finalizador del Paraíso se incluye todo lo que ahora se puede ser —comprende todo lo que es presentemente posible para los órdenes vivos de criaturas inteligentes, perfeccionadas, finitas—. Si el destino futuro de los finalizadores del Paraíso es servir en los nuevos universos ahora en formación, seguro que en dicha creación, nueva y futura, no habrá órdenes de seres experienciales creados, cuyas vidas sean totalmente diferentes de las vidas que los finalizadores mortales han vivido en algún mundo como parte de su formación en ascenso, como una de las etapas de su progreso multisecular desde el animal hasta el ángel y desde el ángel hasta el espíritu y desde el espíritu hasta Dios.

 

48:8.5 (558.3) [Exposición de un arcángel de Nebadón.]

Scroll to Top