Los escritos de Urantia en línea
Los escritos de Urantia
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PARTE I: EL UNIVERSO CENTRAL Y LOS SUPRAUNIVERSOS
000 Prólogo
001 El Padre Universal
002 La naturaleza de Dios
003 Los atributos de Dios
004 La relación de Dios con el universo
005 La relación individual de Dios con los mortales
006 El Hijo Eterno
007 La relación del Hijo Eterno con el universo
008 El Espíritu Infinito
009 La relación del Espíritu Infinito con el universo
010 La Trinidad del Paraíso
011 La Isla eterna del Paraíso
012 El universo de los universos
013 Las esferas sagradas del Paraíso
014 El universo central y divino
015 Los siete suprauniversos
016 Los siete espíritus mayores
017 Los siete grupos de espíritus supremos
018 Los seres personales supremos de la Trinidad
019 Seres correlacionados de origen en la Trinidad
020 Los hijos de Dios del Paraíso
021 Los hijos creadores del Paraíso
022 Los hijos de Dios trinitizados
023 Los mensajeros solitarios
024 Los seres personales superiores del Espíritu Infinito
025 Las multitudes de mensajeros del espacio
026 Los espíritus servidores del universo central
027 El ministerio de los supernafines primarios
028 Los espíritus servidores de los suprauniversos
029 Los directores de la potencia del universo
030 Los seres personales del gran universo
031 El colectivo final
PARTE II: EL UNIVERSO LOCAL
032 Evolución de los universos locales
033 La administración del universo local
034 El espíritu materno del universo local
035 Los hijos de Dios de los universos locales
036 Los portadores de vida
037 Los seres personales del universo local
038 Los espíritus servidores del universo local
039 Las multitudes seráficas
040 Los hijos ascendentes de Dios
041 Aspectos físicos del universo local
042 Energía, mente y materia
043 Las constelaciones
044 Los artesanos celestiales
045 La administración del sistema local
046 La sede del sistema local
047 Los siete mundos de las moradas
048 La vida morontial
049 Los mundos habitados
050 Los príncipes planetarios
051 Los adanes planetarios
052 Épocas planetarias de los mortales
053 La rebelión de Lucifer
054 Los problemas de la rebelión de Lucifer
055 Las esferas de luz y vida
056 La unidad universal
PARTE III: LA HISTORIA DE URANTIA
057 El origen de Urantia
058 Establecimiento de la vida en Urantia
059 La era de la vida marina en Urantia
060 Urantia durante la era de la vida terrestre primitiva
061 La era de los mamíferos en Urantia
062 Las razas precursoras del hombre primitivo
063 La primera familia humana
064 Las razas evolutivas de color
065 La acción directiva sobre la evolución
066 El príncipe planetario de Urantia
067 La rebelión planetaria
068 Los albores de la civilización
069 Instituciones humanas primitivas
070 Evolución del gobierno humano
071 El desarrollo del estado
072 El gobierno de un planeta vecino
073 El Jardín de Edén
074 Adán y Eva
075 La transgresión de Adán y de Eva
076 El segundo jardín
077 Las criaturas intermedias
078 La raza violeta después de los días de Adán
079 La expansión andita en Oriente
080 La expansión andita en Occidente
081 Desarrollo de la civilización moderna
082 Evolución del matrimonio
083 La institución del matrimonio
084 Matrimonio y vida familiar
085 Orígenes de la adoración
086 Evolución temprana de la religión
087 El culto a los espectros
088 Fetiches, amuletos y magia
089 Pecado, sacrificio y expiación
090 Chamanismo: Curanderos y sacerdotes
091 Evolución de la oración
092 Evolución posterior de la religión
093 Maquiventa Melquisedec
094 Las enseñanzas de Melquisedec en Oriente
095 Las enseñanzas de Melquisedec en el Levante
096 Yahvé, el Dios de los hebreos
097 Evolución del concepto de Dios entre los hebreos
098 Las enseñanzas de Melquisedec en Occidente
099 Los problemas sociales de la religión
100 La religión en la experiencia humana
101 Naturaleza real de la religión
102 Fundamentos de la fe religiosa
103 La realidad de la experiencia religiosa
104 Expansión del concepto de la Trinidad
105 Deidad y realidad
106 Los niveles de la realidad del universo
107 Origen y naturaleza de los modeladores del pensamiento
108 Misión y ministerio de los modeladores del pensamiento
109 Relación de los modeladores con las criaturas del universo
110 Relación de los modeladores con el ser humano
111 El modelador y el alma
112 La supervivencia del ser personal
113 Los guardianes seráficos del destino
114 El gobierno planetario seráfico
115 El Ser Supremo
116 El Todopoderoso Supremo
117 El Dios Supremo
118 El Supremo y el Último —el tiempo y el espacio—
119 Los ministerios de gracia de Cristo Miguel
PARTE IV: VIDA Y ENSEÑANZAS DE JESÚS
120 El ministerio de gracia de Miguel en Urantia
121 La época del ministerio de gracia de Miguel
122 Nacimiento e infancia de Jesús
123 Niñez temprana de Jesús
124 Niñez tardía de Jesús
125 Jesús en Jerusalén
126 Los dos años cruciales
127 Sus años adolescentes
128 Edad adulta temprana de Jesús
129 Vida adulta posterior de Jesús
130 De camino a Roma
131 Las religiones del mundo
132 Estancia en Roma
133 Regreso de Roma
134 Los años de transición
135 Juan el Bautista
136 El bautismo y los cuarenta días
137 Tiempo de espera en Galilea
138 Formación de los mensajeros del reino
139 Los doce apóstoles
140 La ordenación de los doce
141 Inicio de la labor pública
142 En la Pascua de Jerusalén
143 A través de Samaria
144 En Gilboa y en la Decápolis
145 Cuatro días memorables en Cafarnaúm
146 El primer viaje de predicación por Galilea
147 Un paréntesis en su labor para visitar Jerusalén
148 Formación de los evangelistas en Betsaida
149 El segundo viaje de predicación
150 El tercer viaje de predicación
151 Estancia y enseñanzas junto al mar
152 Los sucesos que desembocaron en la crisis de Cafarnaúm
153 La crisis de Cafarnaúm
154 Últimos días en Cafarnaúm
155 Huida por el norte de Galilea
156 Estancia en Tiro y Sidón
157 En Cesarea de Filipo
158 El monte de la transfiguración
159 Viaje por la Decápolis
160 Rodán de Alejandría
161 Otras conversaciones con Rodán
162 En la fiesta de los Tabernáculos
163 La ordenación de los setenta en Magadán
164 En la fiesta de la Dedicación
165 Comienza la misión de Perea
166 Última visita al norte de Perea
167 Visita a Filadelfia
168 La resurrección de Lázaro
169 Últimas enseñanzas en Pella
170 El reino de los cielos
171 De camino a Jerusalén
172 Entrada en Jerusalén
173 Lunes en Jerusalén
174 Martes por la mañana en el templo
175 El último discurso en el templo
176 En el monte de los Olivos, a última hora de la tarde del martes
177 Miércoles, día de descanso
178 Último día en el campamento
179 La última cena
180 El discurso de despedida
181 Consejos y advertencias finales
182 En Getsemaní
183 Traición y arresto de Jesús
184 Ante el tribunal del sanedrín
185 El juicio ante Pilato
186 Justo antes de la crucifixión
187 La crucifixión
188 El tiempo en la tumba
189 La resurrección
190 Las apariciones morontiales de Jesús
191 Apariciones a los apóstoles y a otros líderes
192 Apariciones en Galilea
193 Últimas apariciones y ascensión
194 La dádiva del espíritu de la verdad
195 Tras Pentecostés
196 La fe de Jesús
Escrito 108
Misión y ministerio de los modeladores del pensamiento
108:0.1 (1185.1) La misión de los modeladores del pensamiento con respecto a las razas humanas consiste en representar, ser, el Padre Universal para las criaturas mortales del tiempo y del espacio; esa es la labor fundamental de estos dones divinos. Su misión es también la de elevar la mente mortal y llevar al alma inmortal de los hombres a las alturas divinas y a los niveles espirituales de la perfección del Paraíso. Y, así pues, en su esfuerzo por transformar la naturaleza humana de la criatura temporal en la naturaleza divina del finalizador eterno, el modelador da origen a un tipo singular de ser, a un ser consistente en la unión eterna del modelador perfecto y de la criatura perfeccionada, que sería imposible de duplicar en el universo mediante cualquier otro procedimiento.
108:0.2 (1185.2) Nada en todo el universo puede sustituir al hecho de la experiencia en los niveles no existenciales. Como siempre, el Dios infinito conlleva repleción y completitud, inclusividad infinita de todas las cosas salvo del mal y de la experiencia creatural. Dios no puede hacer el mal; es infalible. Dios no puede conocer experiencialmente lo que nunca ha experimentado de forma personal. El preconocimiento de Dios es existencial. De ahí que el espíritu del Padre descienda del Paraíso para participar con los mortales finitos en la experiencia auténtica de su andadura ascendente; solamente de este modo puede el Dios existencial volverse, en verdad y de hecho, en el Padre experiencial del hombre. La infinitud del Dios eterno engloba el potencial propicio para la experiencia finita, que efectivamente se convierte en actual en el ministerio de los modeladores, esas fracciones que realmente participan de las vivencias de los seres humanos en las vicisitudes de su vida.
1. SELECCIÓN Y NOMBRAMIENTO
108:1.1 (1185.3) Cuando se envían desde Lugar de la Divinidad para servir a los mortales, los modeladores son idénticos respecto a la dotación de su divinidad existencial, pero difieren en sus cualidades experienciales en proporción a su contacto previo en y con las criaturas evolutivas. No podemos explicar el criterio seguido en su nombramiento, pero suponemos que estos dones divinos se otorgan de acuerdo a una política certera y eficiente, teniendo en cuenta su eterna aptitud de adaptación a la persona en la que habitarán. Ciertamente, observamos que cuanto más experimentado sea el modelador, más elevado es el tipo de mente humana en la que mora; la herencia humana debe ser, por consiguiente, un factor determinante en su selección y en la asignación de sus destinos.
108:1.2 (1185.4) Aunque no lo sabemos expresamente, tenemos la firme convicción de que todos los modeladores del pensamiento son voluntarios. Si bien, antes de brindarse como tales, tienen la totalidad de los datos del aspirante en el que habitarán. Mediante la reflectividad, que se extiende hacia el interior, desde las capitales de los universos locales, hasta las sedes de los suprauniversos, se transmiten a Lugar de la Divinidad, a través del Paraíso, un borrador seráfico de su árbol genealógico y un patrón estimado de su conducta. Estas previsiones cubren no solo los antecedentes hereditarios del candidato mortal, sino también una valoración de su probable dote intelectual y aptitud espiritual. Los modeladores se ofrecen, pues, como voluntarios para morar en las mentes de quienes han recibido una completa información respecto a sus características personales.
108:1.3 (1186.1) Al modelador que se ofrece como voluntario le interesan particularmente tres atributos del aspirante humano:
108:1.4 (1186.2) 1. Su aptitud intelectual. ¿Es su mente normal? ¿Cuál es su potencial intelectual, la capacidad de su inteligencia? ¿Podrá esta persona convertirse en una genuina criatura volitiva? ¿Tendrá la sabiduría posibilidad de obrar?
108:1.5 (1186.3) 2. Su percepción espiritual. Las perspectivas de su desarrollo reverencial, el nacimiento y crecimiento de la naturaleza religiosa. ¿Cuál es el potencial de su alma, su probable capacidad de receptividad espiritual?
108:1.6 (1186.4) 3. La combinación de sus atributos intelectuales y espirituales. El grado en el que esas dos dotaciones puedan posiblemente relacionarse, combinarse, con el fin de propiciar un carácter humano fuerte y contribuir a la evolución cierta de un alma inmortal digna de sobrevivir.
108:1.7 (1186.5) Con estos hechos ante ellos, estimamos que los mentores se ofrecen libremente como voluntarios para su designación. Probablemente haya más de un modelador que brinde sus servicios; quizás los órdenes personificados encargados de la supervisión elijan, de este grupo de voluntarios, al más adecuado para la labor de espiritualizar y eternizar el ser personal del candidato mortal. (Para el nombramiento y el servicio de los modeladores no se tiene en cuenta el sexo de la criatura).
108:1.8 (1186.6) El poco tiempo de intervalo entre el ofrecimiento como voluntario y el envío del modelador transcurre presumiblemente en las escuelas de Lugar de la Divinidad de los Mentores Personificados, en las que se usa un patrón práctico de la mente del mortal en espera para instruir al modelador asignado, respecto a los planes más efectivos a llevar a cabo para abordar el ser personal y la espiritualización de su mente. Este modelo de mente se elabora haciendo uso de los datos proporcionados por el servicio de reflectividad del suprauniverso. Al menos, ese es nuestro entendimiento, y lo creemos así tras haber reunido la información obtenida en nuestros contactos con un gran número de modeladores personificados durante las largas andaduras en el universo de los mensajeros solitarios.
108:1.9 (1186.7) Una vez que realmente se envían a los modeladores desde Lugar de la Divinidad, apenas transcurre tiempo alguno entre ese momento y el de su aparición en la mente de las personas elegidas. El tiempo medio de tránsito de un modelador desde Lugar de la Divinidad hasta Urantia es de 117 horas, 42 minutos y 7 segundos. Prácticamente, se emplea todo este tiempo para registrarse en Uversa.
2. REQUISITOS PREVIOS PARA LA INHABITACIÓN DE LOS MODELADORES
108:2.1 (1186.8) Aunque los modeladores se ofrecen como voluntarios para prestar sus servicios tan pronto como las previsiones sobre la persona se han transmitido a Lugar de la Divinidad, no se les asigna realmente a su misión hasta que el sujeto humano no toma su primera decisión moral y personal. La primera elección moral del niño se manifiesta automáticamente en el séptimo asistente de la mente y se registra de forma instantánea, por medio del espíritu creativo del universo local, en la vía circulatoria de la gravedad mental del Actor Conjunto, en presencia del espíritu mayor que ostenta la jurisdicción sobre el suprauniverso; y este, sin dilación, expide dicha información a Lugar de la Divinidad. Como término medio, los modeladores llegan a sus tutelados humanos en Urantia justo antes de su sexto cumpleaños. En la generación actual, transcurren cinco años, diez meses y cuatro días; esto es, vienen el día 2134 de la vida terrestre del niño.
108:2.2 (1187.1) Los modeladores no pueden penetrar en la mente del mortal hasta que esta no se haya preparado debidamente a través del ministerio interior de los espíritus asistentes de la mente y se haya encauzado en la vía circulatoria del espíritu santo. Y se requiere la acción correlacionada de todos los siete asistentes para capacitar de este modo a la mente humana a fin de hacerla receptiva al modelador. La mente creatural debe dar muestras de su acercamiento a la adoración e indicar la actividad de la sabiduría, demostrando su habilidad de elegir entre los valores incipientes del bien y del mal —la elección moral—.
108:2.3 (1187.2) De este modo, se establecen las condiciones para que la mente humana sea receptiva a los modeladores; si bien, como norma general, estos no aparecen de inmediato para morar en estas mentes salvo en aquellos mundos en los que el espíritu de la verdad coordina espiritualmente estos diferentes ministerios espirituales. Si este espíritu de los Hijos de gracia está presente, los modeladores invariablemente vienen en el instante en el que el séptimo espíritu asistente de la mente comienza a obrar, indicando al espíritu materno del universo que este ha logrado, en potencia, coordinar a los seis asistentes acompañantes en su ministerio previo hacia el intelecto del mortal. Por ello, en Urantia, desde el día de Pentecostés, los modeladores divinos se otorgan universalmente a todas las mentes normales que tengan estatus moral.
108:2.4 (1187.3) Incluso cuando una mente está dotada del espíritu de la verdad, el modelador no puede, de forma arbitraria, penetrar en el intelecto del mortal antes de que este tome una decisión de carácter moral. Pero, cuando se ha tomado tal decisión, este ayudante espíritu asume su jurisdicción directamente desde Lugar de la Divinidad. No existen intermediarios ni otras potestades o poderes que intervengan entre los modeladores divinos y sus tutelados humanos; Dios y el hombre se relacionan de forma directa.
108:2.5 (1187.4) Antes de los tiempos en los que el espíritu de la verdad se derrame sobre los habitantes de algún mundo evolutivo, hay influencias espirituales y actitudes personales que parecen regular la dádiva de los modeladores. No comprendemos del todo las leyes que las rigen; no entendemos precisamente qué determina la distribución de los modeladores voluntarios para morar en dichas mentes evolutivas. Pero observamos numerosas influencias y condiciones que parecen guardar relación con la llegada del modelador a estas mentes antes de que se confiera el espíritu de la verdad, y son las siguientes:
108:2.6 (1187.5) 1. La asignación de guardianes seráficos personales. Si el modelador no ha morado previamente en un mortal, al asignársele a este un guardián personal, el modelador acude de forma inmediata. Existe alguna relación muy clara, aunque desconocida, entre el ministerio de los modeladores y el de los guardianes seráficos.
108:2.7 (1187.6) 2. La consecución del tercer círculo de desarrollo intelectual y espiritual. He observado que los modeladores llegan a la mente mortal cuando se conquista el tercer círculo, incluso antes de que tal logro se haya podido notificar a los seres personales del universo local responsables de estas cuestiones.
108:2.8 (1187.7) 3. Cuando se toma una decisión suprema de extraordinaria importancia espiritual. Tal comportamiento humano en una crisis planetaria personal suele ir acompañado de la inmediata llegada del modelador en espera.
108:2.9 (1187.8) 4. El espíritu de la hermandad. Al margen de la consecución de los círculos psíquicos y de la asignación de los guardianes personales —a falta de algo parecido a una decisión en caso de crisis— cuando un mortal evolutivo pasa a estar dominado por el amor a sus semejantes y se consagra al ministerio generoso de sus hermanos en la carne, el modelador en espera invariablemente desciende para morar en la mente del mortal que realiza tal servicio.
108:2.10 (1188.1) 5. La declaración de la intención de hacer la voluntad de Dios. Hemos comprobado que, en los mundos del espacio, muchos mortales pueden estar supuestamente en disposición de recibir al modelador y, sin embargo, los mentores no aparecen. Continuamos observando a estas criaturas en su vida cotidiana y, al poco tiempo, con tranquilidad, casi de forma inconsciente, comienzan a tomar la decisión de hacer la voluntad del Padre de los cielos. Y, entonces, constatamos el envío inmediato de los modeladores del pensamiento.
108:2.11 (1188.2) 6. La influencia del Ser Supremo. En los mundos en los que los modeladores no se fusionan con las almas evolutivas de sus habitantes mortales, observamos que, en ocasiones, los modeladores se dan como respuesta a influencias que están enteramente más allá de nuestro entendimiento. Suponemos que estas dádivas están determinadas por algún acto reflejo cósmico originado en el Ser Supremo. No sabemos los motivos por los que estos modeladores no pueden fusionarse ni se fusionan con estos determinados tipos de mentes mortales evolutivas. Nunca se nos han revelado tales interacciones.
3. ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN
108:3.1 (1188.3) Según tenemos entendido, en el universo de los universos, los modeladores se organizan como unidad operativa independiente y parecen administrarse directamente desde Lugar de la Divinidad. Son uniformes en los siete suprauniversos: idénticos tipos de mentores misteriosos realizan su servicio en todos los universos locales. De cierto sabemos, por haberlo constatado así, que existen numerosas agrupaciones de modeladores, participantes de una organización de orden secuencial que se extiende a las razas, a través de las dispensaciones, y a los mundos, sistemas y universos. Es, sin embargo, sumamente difícil hacer un seguimiento de estos dones divinos, dado que obran indistintamente en todo el gran universo.
108:3.2 (1188.4) Solo en las sedes de los siete suprauniversos (fuera de Lugar de la Divinidad) existe un registro detallado de los modeladores. Las autoridades del Paraíso informan del número y orden de cualquier modelador que more en alguna criatura ascendente en la sede del suprauniverso y, desde allí, se lo comunican a la sede del universo local correspondiente, y se transmiten al planeta particular interesado. Pero en los expedientes del universo local no consta el número total de los modeladores del pensamiento; los archivos de Nebadón únicamente contienen el número de asignación al universo local tal como los representantes de los ancianos de días lo determinaron. Solamente en Lugar de la Divinidad, se conoce la importancia real del número completo del modelador.
108:3.3 (1188.5) Con frecuencia, se conoce a los tutelados humanos por el número de su modelador; los mortales no reciben auténticos nombres en el universo hasta después de su fusión con él, y esta unión se indica por el otorgamiento, por parte del guardián del destino, del nuevo nombre a la nueva criatura.
108:3.4 (1188.6) Aunque disponemos de los registros de los modeladores del pensamiento de Orvontón, y aunque no tengamos en absoluto autoridad sobre ellos o trabajemos conjuntamente con ellos, estamos firmemente convencidos de que existe dicha relación administrativa de forma muy estrecha entre los mundos individuales de los universos locales y el emplazamiento central en Lugar de la Divinidad de los dones divinos. Ciertamente, sabemos que, tras la aparición de un Hijo de gracia del Paraíso, se asigna un modelador personificado a dicho mundo evolutivo como supervisor planetario de los modeladores.
108:3.5 (1189.1) Es interesante señalar que los inspectores del universo local, cuando examinan algún planeta, siempre se dirigen al jefe planetario de los modeladores del pensamiento, al igual que comunican sus órdenes a los jefes de los serafines y a los líderes de otros órdenes de seres relacionados con la administración de algún mundo evolutivo. No hace mucho tiempo, Urantia fue objeto de tal inspección periódica por parte de Tabamantia, el supervisor soberano de todos los planetas de vida experimental del universo de Nebadón. Y, ha quedado constancia de que, además de comunicar a los distintos jefes de los seres personales sobrehumanos sus amonestaciones y críticas, también transmitió el siguiente mensaje al jefe de los modeladores, emplazado en el planeta, en Lugar de Salvación, en Uversa o en Lugar de la Divinidad, no lo sabemos claramente, pero dijo:
108:3.6 (1189.2) “Vengo ahora ante vosotros, superiores muy por encima de mí, como alguien a quien se le ha dado potestad temporal sobre la serie de planetas experimentales; y acudo a expresar mi admiración y profundo respeto por este magnífico grupo de servidores celestiales, los mentores misteriosos, que se han ofrecido como voluntarios para ocuparse de esta inusual esfera. No importa cómo sean de arduas las crisis, vosotros nunca desfallecéis. No hay ninguna constancia en Nebadón ni ante las comisiones de Orvontón de inculpación de un modelador divino. Habéis sido leales a vuestras responsabilidades; habéis sido divinamente fieles. Habéis ayudado a rectificar los errores y a compensar las deficiencias de todos los que trabajan en este confuso planeta. Sois seres excepcionales, guardianes, en este retrasado planeta, del bien de las almas. Os presento mis respeto incluso estando según parece bajo mi jurisdicción como servidores voluntarios. Me inclino ante vosotros en humilde reconocimiento de vuestra espléndida generosidad, servicio compasivo e imparcial devoción. Merecéis el nombre de servidores a semejanza de Dios de los habitantes mortales de este mundo desgarrado por los conflictos, afligido y aquejado de enfermedades. ¡Os rindo tributo! ¡Prácticamente os adoro!”.
108:3.7 (1189.3) Como resultado de indicios múltiples e indicativos, creemos que están totalmente organizados, que existe una administración rectora de estos dones divinos profundamente inteligente y eficaz procedente de alguna fuente central y muy lejana, probablemente de Lugar de la Divinidad. Sabemos que se dirigen desde allí a los mundos y, sin duda, regresan allí mismo tras la muerte de sus tutelados.
108:3.8 (1189.4) Entre los órdenes espirituales superiores, resulta extremadamente difícil descubrir los procedimientos que rigen tal administración. Aunque involucrado en la consecución de nuestros deberes concretos, mi orden de seres personales está, sin duda, cooperando inconscientemente con numerosos otros grupos personales e impersonales de un nivel por debajo del de la Deidad que, unidos, actúan correlacionando el inmenso universo. Tenemos la sospecha de que realizamos un servicio así, porque somos el único grupo de criaturas que han adquirido un estado personal (aparte de los modeladores) uniformemente conscientes de la presencia de numerosos órdenes de entidades prepersonales.
108:3.9 (1189.5) Somos conscientes de la presencia de los modeladores, que son fracciones de la Deidad prepersonal de la Primera Fuente y Centro. Advertimos la presencia de los espíritus inspirados de la Trinidad, que son expresiones suprapersonales de la Trinidad del Paraíso. Asimismo, indefectiblemente detectamos la presencia espiritual de determinados órdenes no revelados, nacidos del Hijo Eterno y del Espíritu Infinito. Y no somos por completo insensibles, además, a incluso otras entidades que no se os han revelado.
108:3.10 (1190.1) Los melquisedecs de Nebadón imparten que los mensajeros solitarios son, como seres personales, coordinadores de estas diferentes influencias conforme se revelan en la Deidad en expansión del Ser Supremo evolutivo. Es muy posible que podamos ser partícipes de la unificación experiencial de muchos de los fenómenos inexplicables del tiempo, pero no estamos conscientemente seguros de obrar así.
4. RELACIÓN CON OTRAS INFLUENCIAS ESPIRITUALES
108:4.1 (1190.2) Al margen de su posible coordinación con otras fracciones de la Deidad, los modeladores están completamente solos en su ámbito de acción en la mente mortal. Los mentores misteriosos atestiguan de manera elocuente el hecho de que, aunque el Padre haya al parecer renunciado al ejercicio de su poder personal directo y de su autoridad en todo el gran universo, a pesar de este acto de abnegación en nombre de los creadores supremos, de los hijos de las Deidades del Paraíso, el Padre de cierto se ha reservado para sí el incuestionable derecho de estar presente en las mentes y almas de sus criaturas evolutivas con el fin de poder atraer hacía él a toda la creación creatural, en cooperación con la gravedad espiritual de los Hijos del Paraíso. Vuestro Hijo de gracia del Paraíso, cuando estaba aún en Urantia, dijo: “Yo, si soy elevado, atraeré a todos los hombres”. Reconocemos y entendemos este poder de atracción espiritual de los Hijos del Paraíso y de sus compañeras creativas, pero no entendemos por completo la forma de proceder del Padre omnisapiente en estos mentores misteriosos y a través de ellos, que viven y obran con tanta valentía en la mente humana.
108:4.2 (1190.3) Aunque no estén sujetas ni trabajen en conjunto ni estén aparentemente relacionadas con la labor que se realiza en el universo de los universos, aunque actúen de forma independiente en la mente de los hijos de los hombres, estas misteriosas presencias incentivan sin cesar a las criaturas en las que moran hacia los ideales divinos, impulsándolas siempre al alza hacia el logro de los propósitos y metas de una vida futura y mejor. Estos mentores misteriosos están continuamente prestando su asistencia para establecer el dominio espiritual de Miguel en todo el universo de Nebadón, contribuyendo misteriosamente, al mismo tiempo, a la estabilización de la soberanía de los ancianos de días de Orvontón. Los modeladores son la voluntad de Dios y, puesto que los creadores supremos, los Hijos de Dios, representan personalmente, de igual manera, esa misma voluntad, es inevitable que las acciones de los modeladores y la soberanía de los gobernantes del universo sean mutuamente interdependientes. Aunque aparentemente inconexas, la presencia del Padre en los modeladores y la soberanía del Padre en Miguel de Nebadón deben ser manifestaciones distintas de la misma divinidad.
108:4.3 (1190.4) Los modeladores del pensamiento parecen ir y venir con bastante independencia de cualquier otra presencia espiritual; parecen obrar de acuerdo con unas leyes del universo claramente al margen de las que gobiernan y rigen la actuación de todas las demás influencias espirituales. Si bien, a pesar de tal aparente independencia, si se observa durante largo tiempo, se desvela que indiscutiblemente actúan en la mente humana en perfecta sincronía y coordinación con todos los demás ministerios espirituales, incluidos los espíritus asistentes de la mente, el espíritu santo, el espíritu de la verdad y otras influencias espirituales.
108:4.4 (1190.5) Cuando un mundo está aislado por la rebelión, cuando un planeta está apartado de todo cauce comunicativo con el exterior, tal como lo estuvo Urantia tras la sublevación de Caligastia, exceptuando a los mensajeros personales, solo sigue habiendo una posibilidad de comunicación directa interplanetaria o en el universo, y es enlazando con los modeladores de las esferas. A los modeladores no les concierne directamente lo que ocurre en un mundo o en un universo. El aislamiento de un planeta no les afecta de modo alguno a ellos ni a su capacidad para comunicarse con cualquier parte del universo local, del suprauniverso o del universo central. Y esta es la razón por la que, a menudo, se realizan contactos con los modeladores supremos y autónomos del colectivo de reserva de destino en los mundos en cuarentena. Se recurre a este método como forma de salvar los obstáculos que el aislamiento planetario origina. En años recientes, la vía circulatoria de los arcángeles ha actuado en Urantia, pero ese medio de comunicación está limitado en gran parte a las interacciones entre los miembros mismos de este mismo colectivo de arcángeles.
108:4.5 (1191.1) Somos conscientes de que existen muchos fenómenos espirituales en el inmenso universo que no logramos entender por completo. Aún no tenemos dominio de todo lo que ocurre a nuestro alrededor; y yo creo que gran parte de esta labor inescrutable la efectúan los mensajeros de la gravedad y determinados tipos de mentores misteriosos. No creo que los modeladores se dediquen únicamente a rehacer las mentes de los mortales. Estoy convencido de que los mentores personificados y otros órdenes de espíritus prepersonales no revelados muestran el contacto directo e inexplicable del Padre Universal con las criaturas de los mundos.
5. MISIÓN DE LOS MODELADORES
108:5.1 (1191.2) Los modeladores aceptan una difícil misión cuando se ofrecen como voluntarios para morar en seres tan complejos como los que viven en Urantia. Pero han asumido la tarea de existir en vuestras mentes, recibir allí las recomendaciones de las inteligencias espirituales de los mundos y comprometerse después a repetir o traducir estos mensajes espirituales para la mente material; son indispensables para la ascensión al Paraíso.
108:5.2 (1191.3) Lo que el modelador del pensamiento no puede emplear en vuestra vida presente, esas verdades que no puede trasmitir satisfactoriamente a la persona con la que se compromete, las preservará fielmente para su uso en el siguiente estadio de vuestra existencia, tal como ahora porta de círculo en círculo aquellas cosas que no logra dejar impresas en la experiencia de su tutelado humano, como consecuencia de la incapacidad o fallo de la criatura en ofrecer un grado suficiente de cooperación.
108:5.3 (1191.4) Algo de lo que podéis estar seguros: los modeladores jamás perderán nada de lo que se haya confiado a su cuidado; nunca hemos sabido de incumplimiento alguno de estos ayudantes espirituales. Los ángeles y otros tipos de seres espirituales superiores, sin exceptuar a los órdenes de Hijos del universo local, pueden ocasionalmente abrazar el mal, pueden a veces apartarse del camino divino, pero los modeladores jamás fallan. Son absolutamente dignos de confianza, y lo mismo cabe afirmar para todos los siete grupos.
108:5.4 (1191.5) Vuestro modelador es el potencial de vuestro nuevo y próximo orden de existencia, la concesión anticipada de vuestra filiación eterna con Dios. Por medio de vuestra voluntad y con el consentimiento de esta, el modelador está facultado para someter las tendencias creaturales de la mente material a la acción transformadora de las motivaciones y propósitos de la incipiente alma morontial.
108:5.5 (1191.6) Los mentores misteriosos no son ayudantes del pensamiento; son modeladores del pensamiento. Trabajan con la mente material con el objetivo de dar forma, mediante modificación y espiritualización, a una nueva mente para los nuevos mundos y el nuevo nombre de vuestra andadura futura. Su misión está relacionada principalmente con la vida futura, no con esta vida. Se les llama “ayudantes celestiales”, no ayudantes terrenales. No están interesados en hacer fácil la andadura de los mortales; sino que más bien se ocupan de hacer vuestra vida razonablemente difícil y accidentada, para que se incentive y multiplique vuestra toma de decisiones. La presencia de un gran modelador del pensamiento no conlleva una vida fácil ni la liberación del pensamiento extenuante, pero tal don divino os otorgará una sublime paz de mente y una magnífica tranquilidad de espíritu.
108:5.6 (1192.1) Vuestras emociones de pena y alegría, pasajeras y siempre cambiantes, son, en su mayoría, meras reacciones humanas y materiales a vuestra naturaleza psíquica interior y a vuestro entorno material externo. No recurráis, pues, al modelador de forma egoísta para que os consuele y os reconforte materialmente. La actividad del modelador consiste en prepararos para la aventura eterna, garantizar vuestra supervivencia. No es misión del mentor misterioso aliviar vuestros tumultuosos sentimientos ni atender vuestro orgullo herido; es la preparación de vuestra alma para su larga andadura ascendente la que requiere la atención y ocupa el tiempo del modelador.
108:5.7 (1192.2) Dudo de ser capaz de explicaros exactamente qué es lo que los modeladores hacen en vuestra mente y por el bien de vuestra alma. Ignoro si soy plenamente consciente de lo que en realidad sucede en la vinculación cósmica de un mentor divino y una mente humana. Todo ello es una especie de misterio para nosotros, no en cuanto al plan y al propósito, sino en cuanto al modo concreto de llevar eso a cabo. Y es este el motivo por el que nos vemos ante tanta dificultad a la hora de encontrar un nombre apropiado para estos sublimes dones que se otorgan a los hombres mortales.
108:5.8 (1192.3) A los modeladores del pensamiento les gustaría convertir vuestros sentimientos de miedo en convicciones de amor y confianza; pero no pueden hacer tales cosas de forma mecánica y arbitraria; esa es vuestra tarea. Al tomar esas decisiones que os liberen de los grilletes del miedo, proporcionáis literalmente el punto de apoyo psíquico sobre el que el modelador podrá aplicar más tarde la palanca espiritual de una iluminación que edifica y hace avanzar.
108:5.9 (1192.4) En lo que respecta a conflictos intensos y claramente definidos entre las tendencias superiores e inferiores de las razas, entre lo que realmente es correcto o erróneo (no a lo que meramente denomináis correcto y erróneo), podéis confiar en que el modelador siempre participará de alguna forma concreta y activa en dichas experiencias. El hecho de que la actividad del modelador pueda ser inconsciente por el ser humano al que acompaña en lo más mínimo menoscaba su valor y realidad.
108:5.10 (1192.5) Si tenéis un guardián personal de destino y no conseguís la supervivencia, ese ángel guardián debe ser juzgado con el fin de recibir la confirmación de haber cumplido fielmente su deber. Pero los modeladores del pensamiento no están, en este sentido, sujetos a examen cuando sus tutelados no logran sobrevivir. Todos sabemos que, aunque un ángel pueda posiblemente no estar a la altura de un perfecto ministerio, los modeladores del pensamiento obran a la manera de la perfección del Paraíso; su ministerio se caracteriza por una impecable metodología que trasciende la posibilidad de crítica por parte de todo ser fuera de Lugar de la Divinidad. Tenéis guías perfectos; por consiguiente, es cierto que la meta de la perfección es alcanzable.
6. DIOS EN EL HOMBRE
108:6.1 (1192.6) Es de hecho una maravilla de la condescendencia divina que los excelsos y perfectos modeladores se ofrezcan para en efecto existir en las mentes de las criaturas materiales, como en el caso de los mortales de Urantia, y consumar realmente una unión de carácter probatorio con los seres de origen animal de la tierra.
108:6.2 (1193.1) Al margen del estatus previo de los habitantes de un mundo, con posterioridad a la dádiva de un Hijo divino y después de la concesión del espíritu de la verdad a todos los humanos, los modeladores acuden de forma multitudinaria a dicho mundo para morar en las mentes de todas las criaturas volitivas normales. Tras completarse la misión de un Hijo de gracia del Paraíso, estos mentores ciertamente se convierten en el “reino de los cielos que está en vosotros”. A través de la concesión de los dones divinos, el Padre realiza su mayor aproximación al pecado y al mal, pues es literalmente verdad que el modelador debe coexistir en la mente mortal incluso en medio de la maldad humana. Los modeladores interiores se ven particularmente atormentados por esos pensamientos sórdidos y egoístas; les aflige la irreverencia por todo lo que es bello y divino y se sienten prácticamente frustrados en la realización de su labor por muchos de los infundados miedos animales y ansiedades infantiles del hombre.
108:6.3 (1193.2) Sin duda, los mentores misteriosos son la dádiva del Padre Universal, el reflejo exterior en el universo de la imagen de Dios. Un gran maestro advirtió una vez a los hombres, que debían renovarse en el espíritu de su mente; que se convirtieran en hombres nuevos que, como Dios, se forman en la rectitud y en la consecución de la verdad. El modelador es la impronta de la divinidad, la presencia de Dios. La “imagen de Dios” no alude a semejanza física alguna ni a las circunscritas limitaciones de los atributos de la criatura material, sino más bien al regalo de la presencia espiritual del Padre Universal en su sublime dádiva de los modeladores del pensamiento a las humildes criaturas de los universos.
108:6.4 (1193.3) El modelador es el manantial del logro espiritual dentro de vosotros y la esperanza de adquirir un carácter divino. Él es el poder, el privilegio y la posibilidad de la supervivencia, que plenamente y en perpetuidad os distingue de las meras criaturas animales. Él es el estímulo espiritual del pensamiento más elevado y verdaderamente interno, en contraste con el estímulo externo y físico que llega a la mente por el mecanismo de la energía neural del cuerpo material.
108:6.5 (1193.4) Estos fieles custodios de vuestra futura andadura duplican indefectiblemente cualquier creación mental con un homólogo espiritual; de esa manera, lenta y ciertamente, os recrean tal como realmente sois (solo espiritualmente) para vuestra resurrección en los mundos donde sobrevivís. Y todas estas espléndidas recreaciones espirituales se preservan en la realidad emergente de vuestra alma evolutiva e inmortal, vuestro yo morontial. Estas realidades están verdaderamente allí, a pesar de que el modelador es raramente capaz de exaltar estas creaciones duplicadas lo suficiente como para manifestarlas a la luz de la conciencia.
108:6.6 (1193.5) Y, del mismo modo que tú eres su padre humano, el modelador es el padre divino de tu yo real, tu yo superior y en avance, tu mejor yo morontial y tu futuro yo espiritual. Esta alma morontial evolutiva es la que los jueces y censores perciben cuando decretan tu supervivencia y te elevan a los nuevos mundos y a la existencia sin fin en cooperación eterna con tu compañero fiel —Dios, el modelador—.
108:6.7 (1193.6) Los modeladores son los ancestros eternos, los originales divinos, de vuestras almas inmortales evolutivas; son el incesante aliento que lleva al hombre a tratar de conseguir el dominio de su existencia material y presente a la luz de su andadura espiritual y futura. Los mentores son los prisioneros de una esperanza imperecedera, las fuentes de vuestro progreso perpetuo. ¡Y cómo disfrutan al comunicarse con sus tutelados a través de canales más o menos directos! ¡Cómo se regocijan cuando pueden prescindir de símbolos y de otros métodos indirectos y trasmitir sus mensajes de forma inmediata directamente a los intelectos de sus acompañantes humanos!
108:6.8 (1194.1) Vosotros los humanos habéis comenzado el despliegue interminable de un horizonte casi infinito, la expansión sin límites de ámbitos cada vez más amplios de oportunidades sin fin para el servicio vivificante, la aventura incomparable, la incertidumbre sublime y la realización sin fronteras. Cuando ante vosotros se acumulen las nubes, vuestra fe debe aceptar el hecho de la presencia del modelador en vuestro interior; y, así, deberíais ser capaces de mirar más allá de las tinieblas de la incertidumbre humana hacia la clara luz del sol de la eterna rectitud, en las acogedoras alturas de los mundos de las moradas.
108:6.9 (1194.2) [Exposición de un mensajero solitario de Orvontón.]